IDEAS
Distinguir el bien del mal
The Economist siempre nos tiene acostumbrados a plantear temas sobre los que resulta difícil hablar, y recientemente lo ha vuelto a hacer en su artículo Two more Rs, en el cual discute sobre cómo se debe enseñar a los niños a distinguir el bien del mal.
Probablemente ese sea uno de los temas más complicados de explicar a un hijo, porque supone transmitirle una conciencia moral para distinguir en qué casos se enfrenta al dilema de tener que elegir, y en un segundo momento, tener la claridad para saber qué es lo malo.
Y es que es difícil explicarle a un niño que comer demasiadas golosinas es malo, cuando le causa tanto placer. En el mundo real, las cosas que nos hacen daño, o que pueden representar un riesgo moral, muchas veces causan placer, y, precisamente por eso es tan difícil poder rechazarlas, eligiendo otras que probablemente no nos den tanta satisfacción. Quizá por eso, sería mucho mejor decirle a un niño que las golosinas son tan agradables que sería mejor compartirlas con otros niños, de tal forma que todos tengan esa misma sensación de disfrute.
The Economist cita a Stephen Law, quien precisamente sostiene que hay que enseñar a los niños a pensar críticamente los juicios morales con libertad, porque estos constituyen la roca de la razón humana. Sin embargo, esa tesis se contrapone al pensamiento religioso que Law rechaza categóricamente y por eso cuestiona el apoyo que ha dado el gobierno británico a las escuelas religiosas.
Para Law, las personas e incluso los niños deben guiarse por sus propios juicios morales y esa responsabilidad no se puede delegar a los demás. Ciertamente, esa libertad no debe suponer un relativismo moral, pleno pero sí la convicción de que todas las premisas para decidir pueden ser igual de válidas.
Por eso es que Law denuncia el hecho de que el gobierno aporte recursos para construir escuelas religiosas, porque estas aportan una sola visión sobre lo que es bueno y malo, un solo tipo de juicio moral, lo cual impide que los niños aprendan a pensar libre y críticamente, y comprendan lo positivo que puede ser relativizar los juicios.
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