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La máquina de escribir no ha muerto
Los primeros que salvaron de morir a la máquina de escribir fueron los hackers. Los problemas de seguridad de información obligaron al Kremlin y al gobierno alemán a salir a comprar máquinas de escribir para proteger su información. Sin embargo, hacía falta mucho más que algunos secretos de gobierno por mantener para salvar a la máquina de escribir del aluvión tecnológico que prácticamente la había extinguido en las últimas décadas.
Aun cuando hoy no podamos imaginar nuestra vida sin una PC, un portátil, una tablet o un smartphone, lo cierto es que la mayoría de obras cumbre de la literatura (y del periodismo) se ha escrito en una máquina de escribir. Tanto es así que en la redacción del diario británico “The Times” se oye el tintineo del sonido de las antiguas máquinas de escribir para motivar a sus redactores. ¿Es posible entonces rescatar esa magia y reinventar la máquina de escribir? Sí. Eso es precisamente lo que ha hecho un proyecto reciente que hace poco completó su financiamiento en Kickstarter, el líder mundial de crowdfunding.
Se trata de una máquina de escribir digital que combina lo mejor de los mundos:
- A diferencia de todos los dispositivos tecnológicos que usamos, la nueva máquina de escribir está diseñada para quien desea concentrarse solo en escribir.
- De la misma forma como todos los dispositivos tecnológicos que usamos, tiene un teclado físico integrado, una pantalla de tinta digital de 6 pulgadas que permite leer lo que se va redactando, así como la posibilidad de conectarse vía wifi a la nube o a algún otro repositorio donde se desee guardar información. Tiene además una memoria interna capaz de almacenar más de un milllón de páginas y, al no requerir arrancar gran cantidad de programas al iniciarla, su batería puede llegar a durar hasta 6 semanas.
El nombre de esta máquina de escribir digital es Hemingwrite, en homenaje al escritor norteamericano Ernest Hemingway. El público objetivo de la Hemingwrite es un grupo bastante pequeño pero fiel: el de los escritores más puristas. Sin embargo, los analistas no descartan que a partir de la salida al mercado de Hemingwrite el fenómeno “retro” llegue a más consumidores. Por el momento, algunos desarrolladores ya comenzaron a apostar con la creación de procesadores de texto que emulan las sensaciones de la máquina de escribir, como es el caso de iA Writer o Focus Writer, una aplicación en la que solo se puede escribir. Se estima que cuando llegue al mercado, la Hemingwrite costará alrededor de USD 450.
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