Robots que evitan epidemias

¿Qué pensarías si te enteraras que científicos están usando robots en alcantarillas para analizar tus heces y las del resto de la ciudad? A eso hay que agregarle que estos robots se llaman Mario y Luigi, como los famosos personajes de Nintendo, los cuales son (coincidentemente) fontaneros. 

Ambos robots forman parte del nuevo proyecto del MIT denominado “Underworlds”, el cual consiste en entrar a la alcantarillas y recolectar información relacionada con la salud y el comportamiento humano a partir de los desperdicios naturales que arrojan. Los científicos detrás de esto creen que podría cambiar el futuro de la epidemiología, según señala un artículo de Quartz titulado “MIT researchers are sending robots into sewers to monitor city dwellers’ waste”.

El proyecto fue lanzado en julio por Senseable City Lab, y hasta el momento sigue en marcha. Los científicos esperan que la información que se obtenga ayude a predecir epidemias, entender las causas de enfermedades crónicas, y ayudar al mapeo de la salud de diferentes estratos socio-económicos a lo largo de la ciudad, ayudando al desarrollo de la misma.

¿Cómo puede conseguirse todo esto a partir de heces?

Los robots pueden encontrar e identificar diferentes cosas en los desperdicios humanos, entre las que se encuentran toxinas, además de ciertos químicos que se relacionan con ciertas enfermedades. Además, puede encontrar rastros o rezagos de enfermedades como la influenza. De esta forma, en vez de esperar a que se empiecen a manifestar cientos de casos a lo largo de la ciudad, pueden encontrar rastros de esta en las heces humanas y anticiparse a su aparición. En otras palabras, sirven como una forma de prevención e identificación de futuros brotes de enfermedades epidemiológicas.

Además de esto, los datos recolectados por los robots pueden ser utilizados para analizar y evaluar la salud pública de los distintos estratos socioeconómicos. De esta forma, se puede evaluar si sería positivo, por ejemplo, promover una ley para reducir los niveles de azúcar en los productos procesados, entre otros.

Esta iniciativa, podría ser determinante en el mejoramiento de la salud de los habitantes de toda una ciudad. Si bien estos análisis ya son realizados en plantas de saneamiento, los robots tienen un alcance mucho más cercano a la fuente de origen (el inodoro), por lo que las muestras recolectadas son más puras.