Modelo de integración: trufas con vino

San Giovanni D'Asso y Montalcino son dos pueblitos encantadores de la Toscana italiana que están sufriendo el efecto de la caída de sus índices poblacionales en los últimos años como consecuencia de la migración hacia las grandes urbes, sobre todo de su gente joven.

El más afectado es San Giovanni D'Asso que tiene apenas 853 pobladores, de los cuales tres son funcionarios del Estado, lo cual complica la posibilidad de hacer trámites sencillos como obtener un Documento Nacional de Identidad que demora varios días en tramitarse. Sin embargo, este pueblo es reconocido por producir trufas, lo que motiva que en el verano atraiga buena cantidad de turistas.

Montalcino a 10 kilómetros de distancia, es bastante más próspero y cuenta con una población de 5,070 personas, aunque no deja de ser reducida, pero es aún más popular que San Giovani porque es el lugar de origen de los famosos vinos rojos Brunello.

Lo interesante es que las autoridades de ambas circunscripciones quieren hacer algo para resolver sus problemas de acceso a los servicios del Estado, como consecuencia de su poca densidad poblacional, y la falta de oportunidades que ofrecen para sus nuevas generaciones, según da cuenta un interesante artículo de New York Times titulado “A Merger of Brunello and Truffles? 2 Tuscan Towns May Be Better Together” .

Para ello, se les ha ocurrido la posibilidad de unirse, esto es renunciar a sus identidades individuales y conformar una nueva circunscripción con el fin de compartir servicios como escuelas, policía, una oferta turística que combine las trufas y el vino, entre otras cosas.

El más entusiasmado es el alcalde de San Giovanni D'Asso que cree que los turistas llegarían por el vino y se quedarían por las trufas. Además, podrían ofrecer mejores servicios y progreso a sus parroquianos.

Sin embargo, no todos se muestran animados por esta transformación. En los primeros sondeos que se han realizado, uno de cada dos habitantes se mostraba a favor de la idea.

Esto significa que los Alcaldes tendrán que realizar mayores esfuerzos para persuadir a la población de las bondades de unirse para capitalizar sus fortalezas y que eso permita generar mayores oportunidades para sus pueblos.

En el Perú, tenemos innumerables casos, donde podría plantearse algo similar, pero muchas veces la defensa de los espacios de poder de las autoridades no lo permiten. Para promoverlos, habría que generar algunos incentivos que contribuyan a lograr algunos buenos ejemplos.