Edulcorante de moda: azúcar de coco

En el mundo ideal, el Estado no interviene para sustituir las decisiones que toman los consumidores. Por ejemplo, si las personas fueran conscientes del efecto que tiene el exceso de consumo de azúcar en la mayor incidencia de enfermedades como la obesidad o la diabetes, no tendrían que establecerse impuestos para las bebidas azucaradas con el fin de mitigar el impacto del consumo de estos productos en la población y en los presupuestos de salud pública.

Por suerte, existen países, donde los consumidores son mucho más conscientes de los efectos nocivos del azúcar, y no esperan que el Estado intervenga, porque valoran mucho la salud. Uno de esos casos es Alemania, donde son los mismos ciudadanos los que obligan a las empresas a endulzar sus productos de la forma más natural y saludable.

Así lo ha descubierto Mintel, según da cuenta en su artículo,  “Coconut Sugar: Germany’s Next Trendy Sugar Alternative?”.

Y es que los alemanes son consumidores exigentes y rechazan la idea de que las empresas usen endulzantes artificiales en los productos que consumen. Por tanto, buscan los productos más naturales disponibles.

Actualmente, el endulzante más popular es el azúcar de coco que proviene de la palma de coco, que es un azúcar natural no refinada y hecha de la savia de la hoja del árbol de coco. Se conoce por ser más nutritiva y por tener una menor cantidad de índice glucémico (medida de rapidez con la que los alimentos aumentan los niveles de glucosa dentro de la sangre de las personas).

La diferencia de esta azúcar con la de caña, remolacha o el jarabe de fructosa es que estos no tienen nutrientes sino solo calorías, sin embargo, el azúcar de coco tiene minerales y ácidos grasos que son buenos para la salud.

Los fabricantes alemanes ya empezaron a internalizar este edulcorante de moda y están lanzando productos como dulces, café, chocolates o bocadillos que lo contienen. Además, de bebidas gaseosas.

Si bien todos pueden pensar que esta tendencia está orientada a la población vegana o vegetariana, la realidad está mostrando que personas que no pertenecen a estos grupos, se orientan cada vez más a consumir este tipo de productos.