IDEAS
El papel de los sentidos en la saciedad
Martin Yeomans, Ph.D., profesor de psicología experimental en la Universidad de Sussex en Brighton, Reino Unido, acaba de realizar una presentación en Chicago sobre el papel que pueden jugar los sentidos en la saciedad, que no es otra cosa que en sentirnos satisfechos plenamente con una comida o bebida, según reporta Food Business en su artículo A role for sensory in satiety.
Para este investigador los sentidos pueden jugar un rol similar a los nutrientes y pueden mosificar el comportamiento del consumidor.
Yeomans ha pasado los últimos 30 años de su vida investigando el apetito y los efectos sensoriales, así que sabe bastante bien lo que dice, y recurrió a algunos ejemplos en su presentación para ilustrar mejor su tesis, según la cual las personas podían detectar las diferencias sensoriales frente a comidas con contenidos más gruesos, pero no las calorías.
Lo probó con yogur batido al cual se le agregó goma de tara para hacerlo más grueso y cremoso, pero diferenciaron día tras día, el contenido calórico de las combinaciones. Esto confirmó el resultado, las personas no reconocían cuál proporcionaba más contenido calórico.
Lo curioso es que luego en el almuerzo, las personas que tomaron las bebidas con más calorías, comieron menos pasta y salsa de tomate, y, a la inversa, las que bebieron bebidas más ligeras, consumieron más pasta.
Por alguna razón Yeomans cree que la gente presume que las bebidas espesas y cremosas tienen nutrientes ocultos y eso altera su conducta. Esto explica que los consumidores se sacien más rápido frente a bebidas espesas y cremosas que les genera la expectativa de ofrecer mayores nutrientes.
Yeomans, no se conformó con probar su tesis con bebidas cremosas, sino que también lo hizo con GMS (glutamato monosódico más conocido como Umami), y, encontró que después de consumir una comida con GMS, las personas consumían menos del segundo plato. Sin embargo, si el primer plato que podía ser una sopa no contemplaba GMS, entonces las personas consumían una cantidad razonable del segundo plato.
En otras palabras, cuanto más rápido las personas adquieran la sensación de saciedad, menos será su apetito para seguir comiendo, y, por lo tanto engordará menos.
Así que ya sabemos que para el verano lo mejor serán las bebidas espesas con yogur ligero, fruta fresca y sin azúcar varias veces al día. Todo sea por la saciedad.
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