Logo oe

Máscaras contra la contaminación

Larger mascara
Arrow red
En países como China es usual ver a los ciudadanos portando una máscara para protegerse contra la contaminación.
30 de agosto de 2016
Red star
Por qué es importante
La máscara que mejor funciona es una en forma de cono que elimina el 80% de partículas sintéticas.

Cuando los titulares de los periódicos hablan de la contaminación ambiental en los países, suelen referirse a casos como el de China o México. En las imágenes que ilustran el problema, es usual observar a ciudadanos caminando con máscaras de tela en la cara. No se trata solo de trabajadores industriales o empresarios, sino familias enteras que buscan protegerse de la polución.

Además, en la cultura oriental también es frecuente que estas máscaras sean utilizadas para evitar el contagio de enfermedades cuando una persona está agripada o sufre de alguna enfermedad que pudiera poner en riesgo a terceros.

Lo que pocos saben, es que es un error dar por sentado la efectividad de estos elementos de protección, dado que no existen estudios ni análisis que demuestren que las populares máscaras de tela utilizadas para combatir la contaminación sirvan realmente para dicho propósito.

Un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst, titulado “Cloth masks offer poor protection against air pollution” da cuenta que estas máscaras dan una idea errónea de seguridad en zonas con alto nivel de contaminación.

El estudio fue desarrollado por los investigadores Richard Peltier y Kabindra Shakya, junto con otros colegas. Los investigadores se sorprendieron al encontrar que no existían estudios que analicen de forma completa el beneficio de usar las máscaras. Fue así como encontraron que las máscaras de tela no ayudaban mucho contra la contaminación.

Para desarrollar el experimento, usaron un maniquí especial para realizar experimentos y lo sometieron a pruebas de contaminación que simulaban la vida real. Sin embargo, no analizaron únicamente un tipo de máscara, sino tres: una de tipo quirúrgico, una de tela y una en forma de cono con ranuras para exhalar. Fue esta última la que resaltó entre las demás, consiguiendo eliminar del 80% al 90% de las partículas sintéticas y 57% de las emisiones de diésel encontradas en la contaminación.

Los otros dos tipos no funcionaron muy bien. En el caso de la de tela, que es la más popular, era capaz de proteger a las personas de partículas más grandes que 2.5 micrómetros. Sin embargo, todas las partículas más pequeñas pasaban. Estas son consideradas más dañinas, ya que pueden entrar a áreas más profundas de los pulmones, causando mayor daño interno. Además, sólo consiguieron eliminar entre el 39% y el 65% de las partículas estándares.

El problema con esta máscara es sólo que casi no sirven y las personas siguen perjudicando su salud al utilizarlas. No bastan campañas para mostrar que esto está haciéndole mal a las personas, sino que se necesita también un nuevo tipo de máscara, que sea igual de barata pero cuyo diseño y material les permita cuidar mejor a la población.