NÚMEROS
De la India, su algodón
Para los industriales del sector textil confecciones a nivel mundial, no es extraño oír hablar del algodón de la India, debido a que por muchos años, ese país ha logrado introducir su materia prima casi en todos los mercados del mundo, gracias a sus menores precios y su bastante buena calidad.
Lo que pocos saben es que hace poco más de una década esto no era así. En 2003 y 2003, los niveles de productividad del algodón de la India eran bajos, al igual que en muchos de nuestros países porque solo producían 302 kilogramos por hectárea. Esto tenía que ver con el clima que provocaba la proliferación de diversas plagas, afectando la producción del cultivo y obligando a la industria de ese país a importar algodón.
Precisamente, en 2002, Monsanto ofreció al gobierno de la India sus semillas de algodón genéticamente modificadas (GMO), las cuales podían resistir los ataques de las plagas de ese entonces. Este hecho transformó la producción de algodón de ese país, que pasó a producir 552 kg/ha.
El problema que se ha presentado ahora es que al cabo de más de una década de cultivar con la misma semilla, la efectividad de estas para resistir las plagas se ha reducido, impactando en los niveles de producción de algodón. Como consecuencia de ello, los productores de necesitan la nueva versión de la semilla para seguir siendo competitivos, según da cuenta un interesante y completo artículo de Financial Times, titulado, “Monsanto steps up India cotton seed dispute”.
Esto que parece que se solucionaría con un simple pedido de la nueva semilla, es mucho más complejo. El año pasado, nueve empresas que cultivan algodón se negaron a pagar la cuota acordada con la compañía para utilizar sus semillas patentadas, ya que decían que era un abuso el monto de las regalías que debían pagar.
A esto se suma, que en diciembre del año pasado, Nueva Delhi anunció que en adelante, el estado regulará el precio de las semillas de algodón, lo que significa dejar de lado el acuerdo establecido con Monsanto de respetar la propiedad intelectual de la empresa estadounidense y pagar sus regalías. La norma que es efectiva desde abril de este año, reduce la cuota pagada a la compañía estadounidense de 20% a 6%.
Como resultado de estas medidas, las relaciones entre India y Monsanto no están en sus mejores términos, y esta última podría decidir reevaluar todo su plan en India y hasta retirarse del país.
Para el gobierno, esta no sería la primera que tiene disputas con trasnacionales. Ya antes ha ocurrido lo mismo con Nestlé o Vodafone, por tratos que estas consideran injustos y caprichosos.
Lo que queda claro es que lo que suceda con Monsanto en la India no pasará desapercibido en el resto del mundo, porque muchos países dependen del algodón de ese país.
Publicar un comentario