La especie preservada que se vuelve una amenaza

Los tigres de la India durante muchos años fueron víctimas de la cacería, sin embargo, luego del programa de conservación de tigres se pudo revertir esta situación. Si bien es cierto el número de tigres se incrementó, logrando el propósito del programa, las áreas protegidas de tigres no han crecido a la par del ritmo de crecimiento de los tigres, lo que ha causado que estos animales recurran a vivir en los lugares habitados por las personas.

Se estima que anualmente mueren alrededor de 40 a 50 personas a causa del ataque de un tigre, cifra que a pesar de ser menor al número de muertes causadas por elefantes, el miedo que causa en la población es mayor.

Los tigres generalmente permanecían en las áreas protegidas y sentían miedo de las personas, sin embargo, la competencia y territorialidad hicieron que busquen nuevos espacios y al encontrar a las personas vulnerables ante su presencia no han dudado en atacarlas. 

El artículo “The problem with India’s man- eating tigers” (BBC, 2019), sostiene que hay dos soluciones frente a este problema, el de matar a los tigres devoradores de las personas y el identificar y trasladar a los tigres devoradores a otras áreas, posición de los grupos urbanos de los derechos animales.

Lo preocupante es que mientras se llega a un acuerdo, y el gobierno toma una decisión, las personas le están dando solución al problema cazando a los tigres, y no solo a aquellos que han matado a las personas sino también a todos aquellos que se encuentran en el área, lo que en el peor de los casos haría que la especie se reduzca hasta desaparecer, regresando al inicio del problema de hace algunos años.

La pregunta es si es mejor limitar al país a un número pequeño de felinos o permitir que la población de tigres crezca convirtiéndose así en unos de los casos de éxito de conservación de especies animales.

Según el mismo artículo, India es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo, sin embargo solo el 5% de su territorio está reservado para la vida silvestre, por lo que la ampliación de este territorio podría dar solución al problema sin atentar contra la vida de estas especies y que estos no atenten contra la de las personas.