Kito Kato = ganar con seguridad

Para algunos, la cultura japonesa es un misterio. Los temas de sus películas, de sus historias, y hasta su comida, suelen ser cosas que las personas de occidente en muchos casos no comprenden. Sin embargo, esto los hace especialmente atractivos como país, pero también hace especialmente complicada la tarea de introducir productos occidentales al país asiático.

Las diferencias culturales son abismales, basta con ver cómo son los comerciales japoneses para entender el nivel de esfuerzo extra que se debe invertir en pensar cómo vender un producto occidental en Japón. Es debido a esto que muchas marcas fracasan. Sin embargo, la historia de Kit Kat es una de las más extrañas y de mayor éxito, afirma el artículo “How Japan went crazy for KitKats” de CNN.

Los Kit Kat tienen fama mundial, pero para quien no los conoce se trata de un snack hecho de waffer cubierto de chocolate. Sin embargo, en Japón la situación es completamente diferente.

Los japoneses han tropicalizado al Kit Kat para adecuarlo a su cultura y han experimentado con distintas fórmulas alrededor del concepto original.

La forma en la que los japoneses se han apropiado del Kit Kat tiene relación con el sonido y significado del nombre en el idioma japonés. Y es que este se pronuncia muy parecido a “Kito Kato”, que en japonés significa “ganar con seguridad”. Esto motivó que los padres japoneses empezaran a entregar Kit Kat a sus hijos antes de sus exámenes, acompañados de notas personales para alentarlos a dar lo mejor de sí mismos. Gracias a esto, sin querer queriendo, Kit Kat se empezó a internalizar en la cultura japonesa.

Como resultado de ello, en el 2000 empezó lo que se conoce como una fiebre de sabores alrededor de Kit Kat. Según el artículo, los consumidores japoneses valoran las cosas nuevas tanto como la tradición, es así que hasta ahora se han introducido un total de 300 sabores de Kit Kat. Es más, existen sabores exclusivos por región: por ejemplo, Shizuoka creó Kit Kat con sabor a wasabi, mientras que en Okinawa se hacen de papa morada y de té verde.

Japón es el único lugar del mundo donde existen Kit Kat de esos sabores tan exclusivos, los cuales están hechos de materiales de primera calidad.