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Las sanciones tardan, pero llegan

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Samuel Wily fue condenado por fraude en 2014 por no haber declarado sus activos.
11 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Los problemas de los hermanos Wyly están relacionados con las empresas offshore que abrieron en las Islas de Man y Caiman, las cuales fueron descubiertas en 2010.

Los casos de empresarios exitosos que son acusados por no declarar activos escondidos en empresas offshore en paraísos fiscales, no tienen cuándo acabar.

Uno de los que acaba de tener su desenlace, es el del magnate texano, Samuel E. Wyly, quien fue condenado por fraude en el 2014, precisamente por no haber declarado sus activos.

Ahora, acaba de llegar a un acuerdo con la U.S. Securities and Exchange Commission (SEC) luego de un largo año de litigio, según da cuenta un artículo de The Wall Street Journal, titulado Sam Wyly to Pay $198.1 Million to Settle SEC Legal Battle

Para establecer el acuerdo, la SEC ha desistido de cobrar los más de USD 500 millones que tendría Sam Wyly en offshores en la Isla de Man, y proveerá cooperación y tomará medidas para garantizar se le entregue un crédito fiscal, en base a sus pasivos por impuestos federales, de aproximadamente USD181 millones. Además, Wyly pagará USD 198 millones a la U.S. Securities and Exchange Commission (SEC).

El acuerdo necesita la aprobación de los comisionados de la SEC y el juez federal ante el cual se declaró en quiebra Wyly y la viuda de su hermano en Dallas en el 2014. Lo habrían hecho para obtener protección por bancarrota y afrontar la indemnización por infringir las leyes de seguridad federal que se le impone a los monopolios.

Los problemas de los hermanos Wyly con la SEC empezaron en el 2010 por establecer empresas offshore y otras compañías con sede en las Islas de Man y Caimán para venderles gran porcentaje de acciones de cuatro compañías propias, y no declarar esas ventas desde 1992. En 2011, Charles Wily falleció en un accidente automovilístico. Sus abogados alegaron que las compañías se establecieron siguiendo normas fiscales y una planificación patrimonial apropiada, y que no estaban bajo el control de los Wyly.

Sin embargo, a inicios del año, un juez federal descubrió el fraude fiscal de los hermanos Willy: habían ocultado más de USD 1.000 millones de la riqueza familiar en empresas offshore. En mayo, Dee Wyly, viuda de Charles, fue absuelta de fraude. El juez alegó que no necesariamente debía tener conocimiento de donde provenía el dinero de su esposo.

Los hermanos y sus abogados crearon una compleja red de empresas offshore de diversos rubros, (desarrolladores de software, aseguradores, artes y manualidades) para ocultar sus ganancias y acumular una gran fortuna libre de impuestos. Sam Wyly y su familia aún están en conversaciones con el Justice Department, la Internal Revenue Service y acreedores concursales para establecer un mejor acuerdo, que de forma global, cubra la deuda en impuestos por más de USD 1.000 millones. 

El uso de offshores es habitual por los grandes empresarios y no discrimina país de origen. Recientemente, Ojo Público elaboró una aplicación con datos de los grupos económicos más poderosos del país con filiales o matrices registradas en paraísos fiscales.