Agricultura en el desierto: sí se puede

Una granja de tomates en medio del desierto produce 17 000 toneladas por año, solamente utilizando agua de mar y luz solar.

Un equipo internacional de científicos desarrolló un proyecto, que les ha tomado los últimos 6 años, para construir una granja y el sistema de abastecimiento de la misma sin los recursos y condiciones habitualmente necesarias: combustibles fósiles, pesticidas, agua, un suelo apto y clima apropiado. Este ha sido tan exitoso que ya tiene contratos con supermercados, y el portal ZME Science le dedica el artículo New farm in the middle of the desert will use only sunlight and seawater – no pesticides, fossil fuels, or even soil.

Empezaron con un invernadero en el 2010, y en el 2014 iniciaron la construcción de la granja y el sistema necesario para abastecerla. Construyeron tuberías de 2 kilómetros de distancia que transportan el agua de mar, sin usar ningún combustible fósil, hasta el terreno de 20 hectáreas que poseen en Port Augusta, Australia. En este instalaron una planta de desalinización que funciona a energía solar y provee suficiente agua fresca para regar las 180.000 tomateras de la granja. 

Después de superar esto, tuvieron que afrontar las adversidades del clima. El verano era demasiado caliente y el invierno muy frío para que las plantas de tomate puedan florecer. La solución fue utilizar cartones empapados en agua de mar para mantener el frío durante el verano, y la energía solar para proveer calor en el invierno. Por otro lado, las plantas crecen en cáscaras de coco, por lo que no se necesita un suelo especial o pesticidas. Además el agua de mar limpia el aire y mata gérmenes y pestes.

La granja es sustentada con el poder de 23.000 espejos especiales que reflejan la luz solar hacia una torre receptora de 115 metros de altura, que produce hasta 39 megawatts en un día. Energía más que suficiente para la granja.

Estos sistemas inteligentes de energías renovables y limpias son la alternativa más viable para hacerle frente a la escasez de recursos, preservar el medio ambiente y dominar terrenos agrestes. Si tenemos la visión y emprendimiento necesario podremos elaborar en el futuro cercano proyectos similares en nuestra accidentada geografía. Si en el desierto australiano es posible, en otros también.