PERSONAS
Una nueva vida "entre cabras"
Más de uno debe haberse alguna vez imaginado dejando todo lo que hace para perseguir un sueño. Y es que muchas personas suelen vivir haciendo aquello que se han acostumbrado a hacer o para lo que se han preparado, y no necesariamente aquello a lo que les gustaría dedicarse.
Las razones que explican esto son varias, pero una de ellas es el temor o miedo a dejar lo que se tiene para buscar algo desconocido. Precisamente, la historia de Leanne Lauricella es la de una mujer que ha demostrado que esta segunda opción puede ser viable, afirma el artículo de Mashable, titulado “Meet the woman who quit her NYC job to run a baby goat sanctuary”, sobre el que se inspira esta nota.
Lauricella tenía trabajo en la ciudad de Nueva York. Se dedicaba a la planeación de eventos desde hace tiempo, y en el año 2011 se casó y empezó a convivir con su esposo. Sin embargo, la cantidad de trabajo y el ritmo del mismo hacían que Lauricella estuviera estresada constantemente. Además, afirma que sentía como si su trabajo consumiera su vida y la hiciera sumamente infeliz.
Todo cambió en el año 2014, cuando decidió comprarse su primera cabra bebé de mascota. En parte esto sucedió por su transformación al veganismo y su curiosidad por saber más acerca de estos animales de granja. Poco a poco, su interés fue creciendo. Primero, empezó a criar más cabras bebé, y luego pasó a hacer voluntariado en granjas de cabras. Además, creó una cuenta de Instagram para mostrar cómo vivía ayudando a los animales.
Luego de un tiempo, Lauricella se percató que su verdadera pasión era ayudar a criar cabras en problemas. Entonces, decidió dejar a un lado sus miedos ante lo que pudiera suceder y decidió dejarlo todo para empezar a rescatar cabras con problemas para cuidar de ellas. Las primeras dos que rescató –Ansel y Petal- estaban sumamente enfermas hasta que las llevó a tratar y cuidó durante largas noches.
A partir de ese momento, su vida siguió ese camino. Lauricella afirma que la popularidad de su cuenta de Instagram (Goats of Anarchy) fue un signo de que iba por buen camino. Sin embargo, afirma que mantener el santuario donde trabaja es sumamente complicado y costoso, pero que ha logrado conseguir recursos para seguir haciendo lo que ama, luego de dejar la seguridad de un trabajo en la ciudad.
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