PERSONAS
El cambio climático y el sueño
Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño saben que, además, de los gatilladores clásicos del insomnio como la cafeína y el azúcar, el entorno que rodea el lugar de descanso también juega a favor o en contra del proceso para lograrlo.
Una reciente investigación de la Universidad de UCLA en California advierte que el aumento de las temperaturas puede alterar el sueño y debilitar la respuesta inmunitaria en las personas e incluso reducir la eficiencia de las vacunas contra los virus.
Michael Irwin, profesor de psiquiatría y ciencias biológicas en UCLA, y parte del equipo investigador, afirma que esto plantea algunas preguntas sobre si el cambio climático provoca un mayor riesgo de enfermedades infecciosas en medio de la actual pandemia de Covid-19, un brote de viruela del mono y la reaparición del poliovirus en Nueva York (Estados Unidos) y Londres (Reino Unido).
Para este profesor, existe una relación entre el sueño y la termorregulación. Anteriormente, ya se ha demostrado que la reducción de la temperatura del aire a un rango en que los seres humanos pueden mantener una temperatura normal, mejora la posibilidad de conciliar el sueño. Por el contrario, el aumento de la temperatura del aire puede provocar el aumento de casos de insomnio.
Asimismo, en estudios anteriores sobre las deficiencias en el sueño se ha establecido su asociación con un mayor riesgo de enfermedades infecciosas, inflamación o de lesiones, pero pocos estudios habían abordado el efecto de la temperatura ambiental.
Por ello, es importante no solo evitar los gatilladores, sino también controlar –en la medida que sea posible- la temperatura del lugar donde se busca el descanso.
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