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¿Por qué el "hygge" está de moda?

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Hygge, en idioma danés, se entiende como la acción de relajarse con familiares o amigos cercanos, hacer sentir cómodos a otros.
14 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Jeppe Trolle Linnet cree que el hygge no es el factor que equilibra la sociedad.

En los últimos años, las producciones culturales de Dinamarca, como la nueva cocina nórdica y las series policiales para televisión (The Killing, The Bridge) han atraído el interés general.

Con motivo de las fechas navideñas, no sorprende entonces que una palabra danesa que se interpreta como “el arte de crear intimidad”, se ponga de moda a tal punto que ya se prevé la publicación de al menos nueve libros para explicarla, según advierte The Economist en su artículo Cocoa by candlelight.

Hygge, en idioma danés, se entiende como la acción de relajarse con familiares o amigos cercanos, hacer sentir cómodos a otros, y muchos lo consideran elemento esencial de la cultura de Dinamarca.

Esto hace que no parezca casualidad que los daneses sean los mayores consumidores de velas en Europa (6 kilogramos por persona al año), y el país esté rankeado como uno de los más felices del mundo. Por esas razones “hygge” está siendo vendida como la forma en que todos podemos alcanzar el estilo de vida relajado, equilibrado e igualitario de los daneses.

El antropólogo de la University of Southern Denmark, Jeppe Trolle Linnet, opina diferente. Para él, el hygge no es el factor que equilibra la sociedad. Sus investigaciones lo han llevado a concluir que a los daneses les disgusta reconocer las diferencias que existen entre clases sociales, y que las formas de practicar el hygge varían dependiendo de estas. Además, diversos grupos sociales se sienten incómodos con formas de interpretar el hygge que disten de las suyas, lo que devendría en estereotipar negativamente a quiénes no pueden “hacerlo bien”.

Algo similar ocurre con la palabra alemana “emütlichkeit”, que significa comodidad pero también aceptación social. Pareciera que la búsqueda por unir a la comunidad e impulsar la solidaridad social excluye a quienes se considera “diferentes”, lo que convierte estas prácticas en una especie de forma de “control social”. Y en realidad es complicado hacer hygge con los mismos daneses, que también tienen la reputación de ser socialmente distantes y silenciosos.

En un estudio reciente de la organización InterNations sobre la calidad de vida de emigrantes de 67 países, los inmigrantes daneses rankearon al país en el puesto 60 en términos de amabilidad, en el 64 con respecto a sentirse bienvenidos, y en el 67 por la facilidad de hacer amistades. Esto podría significar una preocupante hostilidad hacia los que no calzan en los estándares sociales de estos países.