¿Cómo criar adultos?

Cuando se es padre, uno de los temores más grande que pasa por la mente de uno es qué hacer para no fallar en ese rol a los hijos, desde diferentes perspectivas y dimensiones.

Pocos saben que desde hace mucho existe una especie de consenso sobre cuál es “la mejor manera de criar niños para convertirlos en adultos de bien”. Esta manera no está basada en viejos manuales ni en formas estandarizadas de crianza, ya que no existen tales cosas. Sin embargo, se basa en una definición antigua de los tipos de padres que existen y que fue propuesta por Diana Baumride en la década de los 60, según da a conocer el artículo de Business Insider, titulado “A former Stanford dean explains the difference between authoritarian and authoritative parenting”.

En su obra, Baumride afirma que existen un total de tres tipos de padres: los permisivos, los autoritarios y los autoritativos.

Si bien esta teoría tiene más de 40 años desde que fue inicialmente propuesta, recientemente, Julie Lythcott-Haims, exdecana de la Universidad de Stanford y autora de “Cómo criar a un adulto”, afirmó en su libro que esta teoría es correcta y que es la que debe inspirar a los padres. Además, comparte su propia tesis de lo que considera es la mejor forma de crianza.

Para ella, los padres autoritativos son quienes triunfan sobre el resto en este tema. Esto se debe a que son los más balanceados.

En la teoría de Baumride, los padres permisivos aceptan todos los comportamientos de sus hijos sin darles restricciones, los padres autoritarios sólo se dedican a administrar reglas; y, finalmente, los padres autoritativos son firmes, pero procuran ser racionales con sus hijos. En otras palabras, las primeras opciones ofrecen dos extremos. Los primeros dejan que sus hijos hagan lo que quieran, pero crecer sin reglas hace que no se adapten bien a la sociedad. Los segundos niegan a sus hijos, limitándolos a una serie de reglas y ningún contacto.

Los padres autoritativos, por otra parte, hacen que sus hijos hagan tareas del hogar y les administran reglas. Sin embargo, ninguna de estas cosas es hecha al extremo y siempre se les deja tener ciertas libertades. Además, el artículo afirma que el hecho que los obliguen a ayudar con el hogar es bueno, ya que es uno de los pocos vaticinadores que serán felices cuando crezcan.

Así que ahora lo que toca, es preocuparnos de saber cómo ser lo mejor autoritativos posibles.