PERSONAS
Las personas inmunes al café
Para alguien que adora el café, es una tortura que con el paso de los años, sea imposible beber un café después de las tres de la tarde porque aquello se convierte en un suplicio llamado insominio asegurado.
Sin embargo, hay quienes se beben una taza de café antes de ir a la cama y duermen mejor.
Hasta ahora, le llamábamos suerte, pero resulta que detrás de estas particulares formas en que el café afecta o no a algunas personas, están los procesos metabólicos.
A esta conclusión ha llegado un estudio de Marily Cornelis, profesora asistente del departamento de Medicina Preventiva en la Universidad Noroeste de Medicina Feinberg, quien ha encontrado que el hecho que la cafeina afecte más a unas personas que otras no tiene que ver con la resistencia creada a esta, sino con los procesos metabólicos y qué tan rápido nuestros cuerpos pueden absorber y procesar cafeína, según señala el artículo de ZME Science, titulado “‘Java genes’ explain why coffee doesn’t work for some people”, sobre el que se inspira esta nota.
Esto significa que el verdadero motivo por el cual después de las tres de la tarde no puedo beber un café está ligado a la capacidad de metabolizar cafeína.
Cornelis, quien previamente había identificado variantes de genes que permitían que las personas disfruten más un café, se dedicó esta vez a analizar la sangre de los participantes que habían bebido café antes, para estudiar sus metabolitos. Estos son cualquier tipo de sustancia que se produce durante el metabolismo. Mientras menos se tenga, más rápido se puede procesar la cafeína en el organismo.
Con este procedimiento, Cornelis y sus ayudantes fueron capaces de encontrar genes que, efectivamente, hacían a las personas más o menos susceptibles a la cafeína, dependiendo de qué tan rápido podían metabolizarla.
Adicionalmente, descubrieron que algunos genes pueden estar ligados a varios procesos en el organismo. Por ejemplo, el gen CYP2A6 está ligado al metabolismo de la nicotina; mientras que el gen GCKR, está asociado al metabolismo de la glucosa.
Sin embargo, ahora se ha llegado a la conclusión que personas que son más sensibles al cigarro podrían serlo también al café.
Esto pone en evidencia lo mucho que falta por conocer del funcionamiento del cuerpo humano.
Ahora habrá que pedirles que investiguen si la capacidad de procesar la cafeína se pierde con el transcurso del tiempo, que es lo que ocurre con quienes peinamos canas, o si no tiene ninguna relación la edad con el proceso metabólico de procesar la cafeina.
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