El negocio del hummus

El crecimiento del Mercado de hummus es una realidad. Incluso ya llegó a nuestro país, donde numerosos restaurantes ofrecen platillos con este como complemento o ingrediente de sandwiches y otras preparaciones.

Este hecho, fue advertido por Rakesh Barmecha cuando llegó a los EE.UU. en 2003 para encargarse de los negocios familiares que se dedican a distribuir diamantes, según cuenta un interesante artículo aparecido en Crainsnewyork, titulado A diamond dealer strikes gold with hummus bowls, sobre el que se basa esta nota.

Barmecha es de origen hindú, por lo que su contacto con el hummus, lo debe a que cuando tenía apenas 7 años, su familia se fue a Israel a poner una joyería en 1980. Fue en ese país donde se enamoró del hummus.

Sin embargo, en los EE.UU. todos los hummus envasados que encontraba no eran comparables con el que comía en Israel. Por ejemplo, todas las presentaciones tenían conservantes, algo que no era consistente con la idea de comida vegetariana y saludable que estaba detrás de su origen.

Por eso, tomó la decisión de investigar sobre el tema y con su socio Alon Kruvi investigaron cómo hacer un humus de sabor fresco que fuera suave, libre de conservantes y estable en almacén.

Luego de dos años de desarrollo y una inversión aproximada de USD 600 mil, ha conseguido desarrollar su producto. Se trata de un concepto “stir-it-yourself”, lo que significa que el hummus viene en un tazon con tapa de cartón que tiene tres bolsas: los garbanzos, el tahini y las especies sellados a presión. Cuando se quiere preparar, se une todo con una espátula sin tener que cocinar ni usar ningún otro equipo.

Sus primeros clientes ya dan cuenta del éxito que ha tenido desde su lanzamiento, y cómo ya hay pedidos de reposición. Además, disfrutan de saber que detrás de cada envase que cuesta USD 4,99, hay una historia de pasión por reivindicar el origen natural y vegetariano de la preparación que está tan de moda en los EE.UU.

Mientras el negocio cree, Barmecha ha encargado su creación a un tercer socio, dado que el conduce el negocio familiar de diamantes que factura USD 150 millones en Israel. Pero su afición por los alimentos saludables lo está llevando a desarrollar nuevos productos que permitan comer rico y saludable.