IDEAS
Estoicismo en Silicon Valley
Los griegos suelen ser mundialmente reconocidos como los padres de la filosofía. Pero, si bien muchos de sus pensamientos han sido olvidados en el mundo de hoy, otros siguen vigentes en distintas partes del mundo, transformados para poder implementarse de la mejor manera en el mundo globalizado.
Una de estas corrientes de pensamiento es el estoicismo, un pensamiento creado para esclavos, pero que tiene una gran relevancia en el mundo de hoy. Para sorpresa de muchos, uno de sus públicos más fieles e interesados se encuentra en Silicon Valley. Sin embargo, la forma en la que filosofía es implementada podría no ser la más positiva ni la más humanitaria, afirma el artículo de Quartz, titulado “Silicon Valley tech workers are using an ancient philosophy designed for Greek slaves as a life hack”.
El estoicismo era una corriente filosófica que pedía a sus miembros el desarrollo de cuatro virtudes: coraje, autocontrol, justicia y la sabiduría para manejarse en situaciones complicadas. Sin embargo, la filosofía es más conocida por apoyar un comportamiento en particular: la aceptación que hay cosas que se pueden y no se pueden controlar. Encontrar esta separación es vital en el estoicismo, el cual pide consecuentemente sólo enfocarse en las cosas que se pueden afectar, ya que no vale la pena esforzarse por algo sobre lo que no se tiene control alguno.
Con esto en mente, un estoico moderno no se preocuparía por el hecho que Trump es presidente, ya que no puede hacer nada al respecto. Se preocuparía más bien por la próxima elección y por esforzarse para que sus negocios no se vean tan afectados por el nuevo gobierno. Sin embargo, esta actitud puede llevar a las personas a ser indiferentes con lo que pasa en el mundo y no hacer nada, respecto a cosas que consideran que no están bien.
Entenderse a sí mismo en un mundo donde nada puede ser controlado, equivale a quedarse sentado con una empresa multimillonaria sin hacer nada, cuando existe un mundo con mucha desigualdad. En otras palabras, lo que los empresarios de Silicon Valley deberían estar preguntándose no es “¿Qué puedo controlar?”, si no “¿Qué puedo hacer para controlar variables importantes en beneficio de los demás?”. Además, como pensó luego de los griegos Simone de Beauvoir, individualmente las personas no pueden hacer nada, pero en conjunto se pueden conseguir muchas cosas.
En un mundo donde la individualidad de las personas es lo que cada vez predomina más, se debe recordar que solo el ser humano no puede cambiar muchas cosas, pero en conjunto el cambio no solo es posible sino alcanzable.
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