Pobreza y medioambiente

Un reciente artículo de Natnanael Johnson busca explicar cómo hacer que la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente sean compatibles.

Una de las cosas más ciertas, pero a la vez fuertes que plantea es que es difícil persuadir a alguien que no haga tala ilegal, si de eso depende que su familia coma, se vista o se eduque. Pero también, que quienes más pierden con la deforestación son los propios pobres quienes más sufren porque se quedan sin la posibilidad de ejercer la actividad que sustenta a sus familias.

Por eso, resulta interesante citar algunas de las cosas que se sugieren para luchar contra la pobreza siendo amigables con el medio ambiente, a partir de unas consultas que se hicieron a la geógrafa ambientalista Ruth DeFries, en un artículo de Grist, titulado “Can capitalism, conservation, and cosmopolitanism coexist? Here’s what I learned”, sobre el qiue se basa esta nota.

• Hay que luchar contra la pobreza porque es un imperativo moral en un mundo desarrollado, donde hay gente que sigue muriendo de hambre.
• Cuanto más éxito se tenga en luchar contra la pobreza y resolver problemas de supervivencia, habrá menos sobre explotación de recursos y se protegerán mejor los mismos.
• La única forma en la que se puede escapar de la pobreza es con una transformación económica que nos lleve a una agricultura más moderna.
• El crecimiento no puede ser a cualquier costo, porque es posible crecer invirtiendo en los productores más pequeños, como lo ha hecho Costa Rica.
• El capitalismo desenfrenado no entiende por qué es importante proteger los recursos o cuidar la naturaleza y tampoco reconoce que por encima de los derechos que pudieran haber adquirido para explotar, están los derechos de las personas que toda la vida han vivido la naturaleza y los de la humanidad que verá afectada su seguridad alimentaria.
• El capitalismo puede proporcionar prosperidad y proteger al medio ambiente, cuando reconoce los derechos de los demás.
• En el momento en que logremos que los más pobres puedan pensar y decidir en función del largo plazo, y no solo pensando en qué van a comer, habremos logrado que el crecimiento económico les de libertad, parafraseando lo sostenido por el economista Amartya Sen.

Estas sencillas pero profundas reflexiones deben servir para entender lo que está detrás de las decisiones que se toman.