China contra el marfil

El marfil es un material escaso y costoso pues tan solo se puede extraer de los colmillos de los elefantes. Su demanda en el mercado ha causado que esta especie se encuentre en peligro de extinción. Como consecuencia de esto, muchos países han creado leyes que prohiben la caza de este animal y la extracción de sus colmillos.

Sin embargo, como se sabe, la prohibición suele generar mercados negros, los cuales se encargan de seguir distribuyendo este insumo a quienes hacen productos con este. Además, este producto es muy popular en China, que tiene el mercado de marfil más grande del mundo. Sin embargo, según el artículo de Financial Times, titulado “China announces comprehensive ban on ivory trade”, pronto ese país podría dejar de serlo.

El gobierno chino ha anunciado que implementará una prohibición completa para el mercado de marfil a finales del año 2017. Si bien parece una decisión repentina, esta medida supone la finalización de una serie de reformas que se han presentado en el país asiático y en Estados Unidos, con posterioridad  a una reunión entre los presidentes de ambos países en septiembre del 2015. En esta, el presidente Xi Jinping se habría puesto de acuerdo sobre el tema con el presidente Barack Obama, quien prohibió el mercado de marfil en julio.

Este esfuerzo por parte de China ha sido aplaudido por distintas entidades del mundo, entre ellas el World Wildlife Fund (WWF, por sus siglas en inglés), cuyo representante en China, Lo Sze Ping, felicitó el esfuerzo de Beijing por prohibir el marfil y proteger a los elefantes de África.

Las acciones del país asiático tienen un impacto enorme en el comercio de este producto. Si se llega a controlar el mercado más grande, los vendedores ilegales tendrán cada vez menos opciones para encontrar compradores. La prohibición empezará desde marzo, cuando las fábricas y vendedores de productos de marfil deberán empezar a renunciar a sus licencias de venta y concluirá en diciembre con la implementación total de la reforma.

Estos cambios instaurados por el gobierno chino forman parte de un grupo más grande de esfuerzos realizados recientemente para poder ser parte de los cambios ambientales que el planeta necesita, sobre todo luego de la victoria de Donald Trump y lo que su presencia podría significar para los esfuerzos en contra de tales fenómenos.

Estas acciones son un ejemplo a seguir para todo el mundo.