Otro tema para los candidatos presidenciales: la basura

Alemania tiene un problema exactamente opuesto al del Perú. Mientras en Perú, se produce mucha basura y no se recicla prácticamente nada, en Alemania se recicla casi todo. 

En Perú, según la OEFA, se producen 8 mil toneladas de residuos sólidos por día. De este total, solo el 20% se recicla. La mayor parte de lo que se recicla (19.7%) se recolecta de manera informal a través de una red de recolectores informales de basura. Las condiciones ambientales, financieras y de salubridad con la que operan los recicladores informales son extremadamente pobres.

En Alemania, la tasa de reciclaje es de las más altas del mundo y se ubica en aproximadamente 65% de la basura de los hogares. 

¿Y cuál es el problema de Alemania? Que la práctica del reciclaje está tan enraizada que ya casi no les queda basura para abastecer a las industrias que producen energía a partir de la basura.

No es broma. Actualmente, a Alemania llega la basura por bote o camión procedente de Inglaterra, Irlanda, Italia y Suiza. Esta es luego convertida en electricidad que es luego abastecida directamente a los hogares. Por ejemplo, actualmente en Magdeburg, que está a unos 150 km. de Berlín, la basura convertida en electricidad abastece de energía a casi un tercio de la ciudad (o aproximadamente unas 50 mil viviendas). Por eso es que los alemanes orgullosos dicen que no importan basura sino energía (pero energía muy barata).

Las importaciones de basura son posibles gracias a una nueva directiva de la Unión Europea que ha dispuesto que se eliminen gradualmente los rellenos sanitarios. Esto se ha reflejado en un incremento en los impuestos al uso de los rellenos sanitarios, lo cual ha hecho rentable el intercambio entre quienes producen basura y quienes la necesitan. 

El negocio del reciclaje es económicamente atractivo en el mundo y en Perú también, especialmente porque la producción de basura acompaña los procesos de crecimiento económico y urbanización como los que el país está atravesando. Actualmente, a pesar de que la basura crece el doble de rápido que la economía, no existe una política nacional clara en materia de reciclaje. Ojalá que este también sea otro tema de debate entre los candidatos presidenciales.