TENDENCIAS
El legado científico del 2016
05 de enero de 2017
Por qué es importante
El año 2016 trajo consigo grandes descubrimientos científicos que han cambiado la forma en que las personas veían la salud.
Muchas personas piensan que 2016 fue un año para olvidar. Basta con ingresar unos cuantos minutos a cualquier red social para percatarse de que muy pocos son los que encontraron algo positivo en lo ocurrido de este año: Trump ganó la presidencia, el Brexit se impuso, hubo incontables problemas armados en distintos países, y murieron celebridades amadas por muchos.
Sin embargo, siempre se puede encontrar un lugar positivo en la ciencia y en la medicina. Es gracias a estas que la salud humana sigue avanzando hacia delante, razón por la cual cualquier hallazgo debería ser aplaudido. El artículo de The New Yorker, titulado “THE MOST NOTABLE MEDICAL FINDINGS OF 2016”, señala los mejores hitos del 2016 en este ámbito.
- Cambiando la imagen del paciente cero: al descubrirse el SIDA, se culpó a Gaëtan Dugas de ser el primer portador de la enfermedad. Como consecuencia de ello, las personas se encargaron de condenarlo durante años, creyendo que él había sido el causante de una de las peores enfermedades que nos acompañan hasta el día de hoy. Sin embargo, una muestra del VIH que yacía dentro suyo se guardó y analizó recientemente, solo para descubrir que Dugas nunca fue el paciente cero.
- Medicinas de la abuela: las abuelas siempre tienen una receta que suena poco convencional para curar cualquier enfermedad común. Una de ellas es tomar jugo de frambuesa cuando se tiene una infección urinaria. La diferencia es que esta tiene, en teoría, una base científica: la frambuesa contiene ácidos que matan a las bacterias que generan la infección. Sin embargo, un reciente estudio encontró que tomar o no tomar jugo de frambuesa no genera diferencia alguna. Ya puedes decirle a tu abuela que ese remedio no sirve.
- Cáncer de próstata: “mejor prevenir que lamentar”, podría ser una de las frases que mejor resuma cómo muchas personas se sienten respecto al cáncer. Los doctores recomiendan hacer chequeos de manera regular para detectar el cáncer a tiempo. Sin embargo, un estudio que analizó las posibilidades de supervivencia de quienes habían controlado la enfermedad desde temprano y quienes habían recibido otra clase de tratamiento, encontró que estas no mejoran por más que se trate la enfermedad oportunamente.
- Problemas de espalda: conforme las personas envejecen, los problemas de huesos aumentan. En ocasiones los huesos de la espalda crezcen desmedidamente, haciendo doloroso caminar y moverse. Ante este problema existen dos soluciones: remover la parte crecida o reemplazarla por partes de aluminio. Este último procedimiento es conocido como “fusión” y tiene un mayor costo que el primero. Sin embargo, expertos han encontrado que sus beneficios no son mayores.
- Armas como enfermedades: los departamentos de salud pública son las entidades gubernamentales encargadas de identificar los factores de riesgo para la vida de los ciudadanos y las enfermedades parecen ser el punto número uno de la lista. Sin embargo, en Australia, científicos tuvieron la brillante idea de incluir en esta categoría las armas. Luego de una reforma en 1996 que prohibía los rifles semiautomáticos y las escopetas de acción, el número de tiroteos masivos disminuyó a cero, y desde el momento no ha habido ninguno. Quizás Estados Unidos puede aprender de este ejemplo
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