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Venus y sus ondas de gravedad anómalas

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La onda de gravedad que se ha identificado se encuentra 65 kilómetros sobre las nubes de Venus.
19 de enero de 2017
Red star
Por qué es importante
Las nubes que cubren el planeta se mueven a 100 metros por segundo, más rápido que la rotación del planeta mismo, pero la onda permanece estática.

Se denomina como onda u ola de gravedad a aquella generada por la alteración de un fluido o gas que se encuentra sometido a la fuerza de la gravedad. Cuando se perturba dicho elemento, la gravedad ejerce oposición y forma ondas para volverlo a su estado de reposo. El ejemplo más sencillo que ofrecen los científicos para comprender este fenómeno es el siguiente: si se tiene un recipiente con agua y se pasa la mano por encima del líquido se formarán ondas en su superficie hasta que el agua vuelva a quedarse quieta. Lo mismo ocurre en las atmósferas de los planetas, incluso en la Tierra.

Un grupo de científicos japoneses que estudian Venus desde el año 2015 descubrieron recientemente ondas de gravedad en la superficie más alta del planeta, lo cual ha despertado la curiosidad de expertos alrededor del mundo. La ola que apreciada en Venus no solo sería la más grande del Sistema Solar, sino que podría cambiar la forma en que los científicos ven dicho planeta, de acuerdo a un artículo de Business Insider, titulado “Sulfuric acid clouds on Venus hide a 'bizarre' anomaly that spans the entire planet”, sobre el que se basa esta nota.

El aire de Venus se encuentra separado en tres capas principales: una capa de fluidos supercríticos (sustancias que se encuentran a presión y temperaturas mayores a su punto crítico), un pesada capa media y las nubes de ácido sulfúrico que se ubican en lo más alto y se mueven hacia el oeste. Es precisamente en esta última parte donde los científicos japoneses a cargo de la estación Akatsuki observaron la formación de una onda gravitacional.

El estudio, publicado en la revista británica Nature Geoscience, indica que lo curioso aquí es que las nubes que cubren el planeta se mueven a 100 metros por segundo, más rápido que la rotación del planeta mismo, pero la onda permanece estática. Por otro lado, se encuentra 65 kilómetros por encima de las nubes, lo cual implica un comportamiento completamente anómalo pues la onda debería neutralizarse pasados los 55 kilómetros aproximadamente, de acuerdo a Sanjay Limaye, científico planetario de University of Winsconsin. Por su parte, William Rossow, científico atmosférico del City College of New York y NASA, se muestra escéptico ante tales afirmaciones y cree que si bien es posible, es poco probable que la onda alcance tal altitud.

Sin embargo, de acuerdo a la profunda investigación realizada por los científicos japonenes a cargo del estudio, el cual tardó más de un año en realizarse, la onda sí alcanzó la altura indicada, pero los modelos y la información que se maneja actualmente sobre el clima de Venus no registran este tipo de comportamiento. Por lo tanto, se trataría de una anomalía en toda regla. Thomas Widemann, científico planetario del Paris Observatory, afirma que “es probable que esto lleve a toda la comunidad científica a reformular sus conocimientos sobre la atmósfera del planeta”.