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La contaminación amenaza la estabilidad política
La contaminación es una realidad en casi todas partes del mundo. La industria y la falta de leyes para frenar o controlar la contaminación han hecho que el fenómeno se multiplique durante años sin que los gobiernos puedan hacer nada para frenar una situación que afecta a poblaciones enteras.
Uno de esos casos es el de Vietnam, que ha presentado un aumento en el nivel de contaminación de algunas de sus costas, perjudicando el turismo y la pesca. Sin embargo, los más afectados en esto serían los miembros del partido comunista vietnamita, el cual gobierna el país desde hace años, afirma el artículo de The Economist, titulado “Red v green in Vietnam”, sobre el cual se inspira esta nota.
Hace unos meses, los pescadores de las costas de Dong Hoi, ciudad vietnamita, fueron sorprendidos por una multitud de peces muertos que aparecieron flotando en el mar de forma repentina. Luego de investigar por meses, las autoridades determinaron que el culpable era un nuevo molino en la costa, el cual había regado basura tóxica en el océano. Las consecuencias fueron nefastas, un año después los pescadores temen consumir los peces por lo que los restaurantes de la costa ahora sirven pollo y cerdo. Ademá, se pueden encontrar hoteles a medio construir, los cuales fueron abandonados por sus inversionistas ante esta situación.
Para la ciudad al noroeste de Vietnam, estas noticias son terribles. Recientemente, el lugar había presenciado un aumento en el turismo, gracias a cavernas encontradas cerca al mar que generaron interés entre turistas de todo el mundo. Luego de lo sucedido, todos abandonaron sus planes.
Sin embargo, más allá de las terribles consecuencias que sus ciudadanos viven, el principal afectado sería el Partido Comunista de Vietnam (VCP) ya que ciudadanos de todos lados del país han empezado a protestar por los problemas de contaminación, incendiando infraestructuras como señal de protesta y demás. Así mismo, debido a un historial pasado con China, los ciudadanos han culpado ha dicho país asiático de ser quien intoxicó sus aguas, y al gobierno vietnamita de ser una autoridad demasiado suave con uno de sus principales socios de mercado.
Además, el VCP ha demostrado poca autoridad en temas tan sencillos como evitar que las motos se estacionen en el sitio de los carros. Por todo ello, los ciudadanos parecen haber perdido confianza en las autoridades de su país. Su forma de solucionar problemas se caracteriza por ser veloz y carecer de un proceso correcto. Por tanto, un gobierno sin fuerza, sin la confianza de la gente, y que manifiesta que las aguas del lugar ya no están contaminadas y que todo está solucionado, cuando claramente no lo está, podría ocasionar que la gente elija cambiar la forma en la que se hacen las cosas. Si esto sucede, no se puede saber si el VCP durará en el poder.
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