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¿Serán los insectos la solución?
La población mundial ha crecido a un ritmo inesperado en los últimos años, a pesar de que cada vez más personas tienen menos hijos. Por otro lado, la gente tiene más recursos que antes, por lo que la ingesta de alimentos también es cada vez más elevada.
Esto podría parecer algo positivo para la industria alimentaria, pero los efectos de este fenómeno van más allá. El incremento en la demanda de carnes (pollo, res, chancho, pescado, entre otras) también tiene un impacto en el medio ambiente y distintos científicos alrededor del mundo están buscando soluciones a este problema.
Tal como se mencionó en un artículo previo, titulado “Alimentación de ganado con insectos”, una alternativa sería usar insectos como comida para los animales destinados al consumo humano. En dicha nota se hace referencia a la crianza de larvas en un laboratorio, lo cual evita muchos problemas salubres, pero, al mismo tiempo, tiene un alto costo. Sin embargo, gracias a nuevos estudios sería posible cultivar insectos de manera más rápida y económica, afirma Fast Company en su artículo “Will the cows of the future be fe don bugs?”, sobre el que se inspira esta nota.
Los animales destinados para el consumo humano requieren de alimentos que son cosechados en la tierra. Se estima que alrededor del 30% de los campos de cultivo del mundo son destinados a este fin. Sin embargo, esto no será suficiente en unas cuantas décadas debido al constante crecimiento poblacional. Tan solo en China, las personas consumen 25% más carne que en 2003 y se espera que esto incremente otro 25% en los siguientes 10 años. En términos globales, se tiene proyectado que el consumo de carne se duplicará para 2050.
Esto hace que los expertos se pregunten cuánto más espacio se necesitará para cultivar el alimento de los animales para consumo humano y si se dispondrá de esa tierra. En muchos lugares esto está conllevando a incrementos en los índices de deforestación y destrucción de hábitats naturales, lo cual a su vez eleva las emisiones de carbono.
Por ello, un grupo de científicos han creado el proyecto PROteINSECT, con el cual esperan encontrar la manera más económica y segura de producir insectos que puedan usarse como alimento para pollos, reses, peces, cerdos, entre otros. Elaine Fitches, coordinadora del proyecto afirma que los beneficios de alimentar a los animales con insectos pueden ser muchos, comenzando con el hecho de que el cultivo no requiere de mucho espacio y solo toma un par de días para estar listo.
Uno de los más grandes intereses de los participantes de esta iniciativa es descubrir si es seguro cultivar los insectos en abono. A primera vista puede parecer una idea insalubre, pero es posible que sea seguro para el consumo. Así mismo,PROteINSECT quiere ayudar a los reguladores a comprender cómo funciona un sistema en el cual los animales se alimentan de gusanos.
En cuanto a la recepción del público ante la posibilidad de comer carne de animales alimentados de esta manera, los miembros del proyecto afirman que las personas encuestadas hasta el momento no han mostrado rechazo.
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