México ya sufre de diabesidad

La diabesidad, término acuñado para poner en evidencia la estrecha relación entre la obesidad y la diabetes ya está presente en México y todo indica que con vocación de quedarse por mucho tiempo, ha dicho el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, en el marco de la entrega del XXIX Premio Miguel Alemán Valdés, en el área de Salud.

El Premio "Miguel Alemán Valdés" en el área de la Salud es otorgado por la fundación del mismo nombre, en colaboración con la UNAM, el Cinvestav y la Secretaría de Salud del Gobierno capitalino para estimular a investigadores y clínicos mexicanos de alta calidad académica, no mayores de 40 años.

Ranier Gutiérrez Mendoza, egresado de la Facultad de Psicología (FP), fue quien se hizo merecedor del galardón, por una investigación enfocada al control neuronal del apetito, mediante la cual busca los circuitos neuronales que regulan el consumo excesivo de alimentos que resultan sabrosos a nuestro paladar.

La idea es prender o apagar neuronas a placer en el laboratorio de Neurobiología del Apetito, para desarrollar métodos que ayuden a los obesos a controlar su forma de comer.
Gutiérrez tiene estudios de doctorado en el Instituto de Fisiología Celular (IFC) y el postdoctorado en la Universidad de Duke, Estados Unidos. Actualmente, labora como profesor-investigador en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.

Graue Wiechers ha destacado el estudio a la luz de la evidencia que en los últimos 30 años, los índices de obesidad en niños se han triplicado y el 70% de la población adulta está en esa condición, lo cual de lejos confirma que la obesidad ya es una epidemia y existe una relación directa con la diabetes. De acuerdo a un comunicado de la UNAM, sobre el que se basa esta nota, en 2012 el gobierno mexicano gastó 40 mil millones de pesos en complicaciones por la obesidad, lo cual representa 14% de todo el gasto en salud de ese país.

También señaló que las medidas que se han tomado como los impuestos a las bebidas azucaradas son buenas, pero claramente no han sido suficientes. Por ello, reconoció que la UNAM apoya todas las investigaciones que tienen impacto en el país.