HISTORIAS
¿El plástico puede ir al microondas?
Hace mucho tiempo que se comenta sobre los peligros de comer en envases de plástico que se utilizan para calentar en microondas. Sin embargo, son pocos los estudios que se toman la molestia de indicar que el tipo de plástico determina si este puede ser o no utilizado con seguridad en el microondas.
Precisamente, el año pasado, el premio Literario de Divulgación Científico Tecnológica de la Universidad Jaume I, fue entregado a Neus Fabregat Cabello, una investigadora que realizó un artículo sobre los peligros de calentar y conservar alimentos y bebidas en fiambreras y botellas de plástico. En su estudio advertía que lo adecuado es conservar y, calentar, los alimentos en envases de vidrio y señalaba que, en todo caso, los más seguros, son los de tipo 2, 4 y 5, pero nunca el que lleva impreso el número 7 ya que esto indica que tiene bisfenol A, que es una sustancia que se ha demostrado que tiene efectos dañinos. Finalmente, indicaba que no se deben reciclar las botellas de plástico que llevan el dígito 1.
Ahora, un nuevo estudio no solo confirma lo anterior, sino que señala algunos de los efectos que tendría el uso de ciertos envases en los alimentos. Se trata de la investigación denominada Association of Exposure to Di-2-Ethylhexyphthalate Replacements with increades Blood Pressure in Children and Adolescents, conducida por Leonardo Trasande y Teresa M. Attina, investigadores del Centro Langone de la Universidad de New York, quienes han llegado a la conclusión que algunos productos químicos con los cuales se producen ciertos envases de plástico podrían incrementar la presión y el riesgo de diabetes.
Se trata de los compuestos - ftalato de di-isononilo (DINP) y di-isodecilo ftalato (DIDP) que reemplazaron en su momento a otro compuesto que se determinó que afectaba la salud.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron muestras de sangre y de orina de niños y jóvenes entre 6 y 19 años del National Health and Nutrition Examination Survey entre 2009 y 2012 y encontraron niveles de DINP y DIDP que estarían asociados a mayores niveles de incremento de la presión arterial sistólica, lo que sugiere que los ftalatos tendrían una relación causa efecto en ese aumento de presión y la resistencia a la insulina.
En los Estados Unidos, la Food and Drug Administration regula los plásticos que entran en contacto con los alimentos y exige que estos indiquen si el envase es apto para microondas. De cualquier manera, los investigadores sugieren evitar los plásticos en los microondas y también el uso de aquellos que indican el símbolo de reciclaje con los números 3, 6 y 7 porque estos contendrían las sustancias que tendrían los efectos hallados en el estudio.
En nuestro país, muy pocos envases indican los tipos de plásticos con los que son elaborados, así que lo mejor es usar envases de vidrio. Menos aún, se indica si las tapas son del mismo plástico que el envase, por lo que otra recomendación es nunca usarlos en el microondas con tapa.
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