Tampones orgánicos

La menstruación femenina es un fenómeno verdaderamente complejo y delicado. Hoy en día las mujeres cuentan con una amplia variedad de productos que hacen más llevadero este momento del mes y les permiten continuar sus rutinas diarias con normalidad.

En este sentido, los tampones parecen haberse convertido en una de las mejores opciones, especialmente cuando una mujer desea ir a la playa o realizar actividad física. Sin embargo, es posible que sus componentes sean dañinos para la salud femenina. De acuerdo a un artículo de Fast Company, titulado “A New Wave Of Socially Conscious Tampon Companies Focuses On Organics And Giving Back”, esto ha inspirado la creación de empresas productoras de tampones orgánicos.

Molly Hayward, fundadora de la empresa de tampones Cora, se examinó de Papanicolaou a los 20 años y le detectaron células pre cancerígenas en la cérvix, a pesar de ser una mujer joven y sana. Al investigar las posibles razones de su situación, Hayward encontró que la respuesta podía estar en los tampones que usaba. “Descubrí que existían pruebas de que el algodón (principal componente de los tampones) convencional, no orgánico, está altamente saturado con pesticidas, herbicidas y fungicidas vinculados al cáncer, la interrupción endocrina, enfermedades reproductivas e infertilidad”.

Los tampones que se suelen encontrar en los supermercados o farmacias están compuestos por materiales como el rayón, poliéster, fibras artificiales, colorantes, cloro, entre otros. En este punto es importante comprender que la vagina contiene los tejidos más sensibles y absorbentes del cuerpo femenino. Además, todo lo que es absorbido va directamente al torrente sanguíneo. Por lo tanto, resulta natural que muchas personas, especialmente las mujeres, se cuestionen cuán seguro es el uso de tampones.

Iftath Hoskins, profesor del Department of Obstetrics and Gynecology en NYU Langone Medical Center, afirma que la vagina tiene anticuerpos capaces de proteger el organismo de la mujer contra sustancias dañinas, de manera que el uso de tampones es inocuo. Sin embargo, otros expertos contradicen a Hoskins y señalan que no hay suficiente evidencia de que los tampones comerciales sean completamente seguros y no tengan efectos adversos.

Esto ha impulsado una nueva tendencia en la industria del cuidado femenino. Se trata de empresas productoras de tampones hechos con materiales orgánicos y que prometen ser la alternativa perfecta y segura a los tampones comunes.

Además, cuatro de estas compañías se han comprometido además con donar artículos de cuidado femenino a las mujeres más necesitadas. Se trata de Cora, Lola, Veeda y Conscious Period, las cuales tienen una política de “compra uno, dona uno” que consiste en que por cada tampón que se vende, se dona otro a mujeres en India, Kenia y Estados Unidos. Tal como lo señala Alex Friedman, cofundadora de Lola, “millones de mujeres de bajos recursos deben decidir entre adquirir productos para la menstruación o productos básicos para los demás miembros de sus familias. Los artículos de cuidado femenino son los más requeridos por los refugios, pero los menos donados”.