TENDENCIAS
Los pantalones apretados y la salud
La moda a veces toma giros inesperados, y, en los últimos años, la predilección por los pantalones apretados se ha expandido. Si bien no es una moda reciente, sí es una que ha permanecido y ha alcanzado a un grupo mayor de la población en los últimos tiempos.
Algunas personas los visten en un intento de resaltar su figura, mientras que otras lo hacen por seguir las tendencias de la moda. Sin embargo, ¿qué pasaría en el caso que estos pantalones afecten negativamente la salud de las personas? Recientemente se conoció el caso de una señora que debió permanecer en el hospital luego de que tuvieron que cortarle los pantalones para sacárselos (“Demasiado apretados”). El artículo de The Atlantic, titulado “Are Skinny Jeans Going to Kill Me?”, explora la posibilidad de que algo así suceda con regularidad.
La respuesta sencilla es “no”, pero la explicación puede abrirles los ojos a algunas personas, además de enseñar una que otra cosa. Muchos evitan utilizar prendas apretadas porque vinculan a estas con otros artículos de vestir del pasado. Si se toma como ejemplo los corsés y se estudia los efectos que estos tenían en el cuerpo de las mujeres que los utilizaban, resulta comprensible, a primera vista, que se produzca un cierto rechazo hacia los pantalones ajustados. Sin embargo, se debe tener en mente que los corsés estaban hechos de materiales duros, mientras que los pantalones no lo están.
A partir de esto, se puede pasar al lado biológico del asunto. Por las piernas pasan arterias y sí habría un problema si los pantalones bloquearan estos ductos, ya que, por ejemplo, se podrían formar coágulos. Pero, esto es casi imposible, ya que la presión con la que la sangre pasa por las arterias es sumamente elevada, lo cual dificulta su bloqueo. Además, la gran mayoría de personas que utiliza estas prendas son jóvenes, por lo que sus cuerpos y arterias no están afectados por la edad.
Pero, el asunto cambia cuando se trata de una persona mayor. El caso previamente mencionado hace referencia a una mujer de 89 que permaneció arrodillada durante mucho tiempo en un templo. La posición, combinada con la edad y la condición de sus arterias, sumada, a la vez, con los pantalones ajustados que vestía pusieron en riesgo su vida. Las piernas de la mujer se hincharon tanto que fue necesario cortar sus pantalones.
En resumen, estas prendas deberían ser usadas sin perder de vista el viejo consejo médico “si te duele hacer algo, no lo hagas”. Se debe tener criterio al momento de comprar ropa y si te es incómodo utilizar una prenda, lo mejor es no usarla. Finalmente, en el caso de las personas mayores, quizá sería mejor evaluar otras opciones distintas y evitar las prendas ajustadas.
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