TENDENCIAS
Químicos y diabetes
La gran mayoría de personas hoy en día no se detiene a observar qué químicos conforman muchos de los productos para el hogar que compran. Esto es en parte por la flojera de leer los ingredientes de cada objeto, pero también se le puede atribuir al hecho que el ciudadano promedio no tiene idea de qué significa que un producto tenga uno u otro ingrediente.
Anteriormente, en este portal se había tocado el tema de cómo el polvo de los hogares podía generar problemas a los más pequeños del hogar, en el artículo “El polvo de nuestra casa”. Ahora, la revista Time complementa esto en su artículo titulado “These Common Chemicals Are Linked to Type-2 Diabetes: Study”, en el cual se vincula algunos químicos que es común que estén presentes en el hogar con la diabetes tipo 2.
En un reciente estudio, publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health bajo el título “Population attributable risks and costs of diabetogenic chemical exposures in the elderly”, se analiza este tema.
Parece ser que en gran parte de los hogares europeos abundan químicos comunes como ftalatos, PCB, pesticidas y perfluoroalquilos, encontrados en gran parte de los productos de limpieza casera. Sin embargo, estos químicos contribuyen con la aparición de la diabetes en jóvenes y adultos, lo cual le estaría costando a los europeos miles de millones de dólares anualmente.
Esto es un punto sumamente importante porque además de ser un asunto de salud pública, es un tema que atañe a las finanzas del Estado, porque incrementa los gastos de salud de las personas que padecen de diabetes.
Por ello, el artículo afirma que una reducción de 25% a estos químicos podría traducirse en una disminución de 13% en los casos de diabetes en adultos. Esto, a su vez, se traduce a 150,000 casos menos de diabetes, además de un ahorro de USD 5 mil millones cada año.
Cómo se puede observar, las consecuencias de impulsar una campaña para evitar que las industrias de productos de limpieza sigan usando ciertos químicos no es pequeña, sino que puede generar un gran cambio en la sociedad. Pero para ello, se tiene que promover una mayor conciencia sobre todos esos costos que se desencadenan como resultado de la exposición de la población a dichos químicos.
Hay que hacer de la meta de reducción de los químicos una prioridad. No existe una excusa razonable para que los distintos actores se pongan en la tarea y asuman ciertos compromisos en el corto plazo.
Mientras eso ocurre, solo queda revisar las etiquetas para dejar de lado ciertos productos que son intensivos en determinados químicos.
Publicar un comentario