IDEAS
Glaciar de Bolivia a la Antártida
El cambio climático es un tema de total vigencia en estos tiempos, a pesar que hay quienes sugieren que no es una amenaza real sino solo ficción. Esto explica que se hayan realizado estudios y estimados de cómo será el mundo en unos años, si es que las emisiones no se reducen; y se han suscrito diversos acuerdos para intentar reducir emisiones. Sin embargo, esto no resuelve el problema del impacto del cambio climático.
Por eso, un grupo de científicos está tratando de conseguir trasladar pedazos de glaciares de Bolivia a la Antártida con el fin de determinar cómo era el clima antes y que eso permita entender mejor lo que está ocurriendo, afirma el artículo de ZME Science, titulado “How climate change is forcing some scientists to move ice from a mountain in Bolivia to Antarctica”, sobre el que se inspira esta nota.
Dentro de unas semanas, en mayo para ser exactos, un grupo de ingenieros trepará hasta la punta del monte Ilimani en Bolivia con el fin de encontrar glaciares antiguos, los cuales no han sido afectados del todo por el cambio climático. Sin embargo, el tiempo juega en su contra. Como en la inmensa mayoría de países, Bolivia se está calentando desde hace algunos años, lo que hace de la misión un tema de urgencia. Además, la cima del monte no puede ser alcanzada en helicóptero, solo a pie, algo que dificulta la realización del objetivo aún más difícil.
Sin embargo, los miembros del proyecto, llamado Protecting Ice Memory, están dispuestos a arriesgarse para cumplir con su objetivo. Esto se debe a que, según informan, dentro de los glaciares se encuentran partículas que pueden indicar cómo era el clima en el momento exacto en el que el cuerpo de hielo se formó, información que podría resultar enormemente importante al momento de estudiar climas pasados.
Pero, para tener una imagen clara de cómo era exactamente, los ingenieros deben tener la mayor cantidad de información posible, lo cual significa que necesitan glaciares de todos lados del mundo. Estos serán almacenados en la Antártida, donde las temperaturas mantendrán los pedazos a salvo y listos para ser estudiados.
El gran problema es, como se mencionó anteriormente, que las temperaturas elevadas, fruto del cambio climático, ponen en peligro la existencia de estos glaciares antiguos. Si es que son perturbados, la información almacenada se pierde.
Si es que, efectivamente, estos pedazos pueden brindar una mejor imagen del cambio climático, esperemos que los miembros del proyecto consigan su objetivo.
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