Muchos piensan que el mercado controla a las personas. En parte, esto es cierto, pero sólo hasta cierto punto. Y es que el mercado solo ofrece lo que puede ser vendido. En otras palabras, las personas, con sus decisiones de consumo controlan indirectamente el mercado. Pero, la inmensa mayoría de personas viven su vida ignorando este hecho.
Esto ocurre porque el mercado se regula de forma imperceptible. En otras palabras, no existen cambios bruscos o repentinos en los gustos de ropa, sino que todo fluye de manera espontánea. Sin embargo, existen momentos en los cuales la cultura popular puede movilizar a las masas de tal manera que una marca no tiene más opción que hacer caso a su pedido, afirma el artículo de Fast Company, titulado “When Pop Culture and Nostalgia Fans Force A Brand’s Hands”, sobre el que se inspira esta nota.
Esto nos lleva a un programa de televisión llamado Rick and Morty. El dibujo animado para adultos jóvenes es transmitido por Adult Swim, un canal estadounidense. En este se narran las aventuras de Rick, un abuelo científico y genio con problemas depresivos y abuso de sustancias; y su nieto, Morty, un joven preadolescente. Ambos tienen aventuras de todo tipo.
Desde su primera aparición, el programa fue un éxito absoluto, creando una enorme cantidad de seguidores. Recientemente, como parte del día de los inocentes estadounidense, los creadores decidieron publicar el primer capítulo de la tercera temporada, la cual se estrenará más adelante. En este, Rick hace alusión a una salsa que vendieron en McDonald’s para el estreno de la película Mulán. El personaje la menciona como una de las mejores cosas que la cadena ha vendido desde su creación, sin embargo, como no se vende desde hace años, ha creado curiosidad entre los televidentes.
La curiosidad en masa, combinado con un tweet enviado por el twitter de Rick and Morty donde se invita a McDonald’s a volver a lanzar la misteriosa salsa, ha causado controversia luego de que la cadena contestara de forma afirmativa.
Este ejemplo ilustra perfectamente el nivel de influencia que pueden tener las personas sobre una marca. Si el capítulo nunca hubiese hecho alusión a la salsa, probablemente el mundo ya la hubiera perdido de vista. Sin embargo, su mención, combinada con el movimiento de los televidentes, podría colocar la extinta salsa de vuelta en las tiendas.
Moraleja: el mercado venderá lo que sea que el mundo quiera comprar. A partir de esto, las posibilidades son infinitas, aunque algunas veces pueden haber otros catalizadores como en este caso: un programa de televisión.
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