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Los genéricos en el mercado de medicamentos
Hace unos años se generó una controversia enorme cuando Martin Shkreli, un inversionista americano, decidió comprar y subir el costo de una medicina para el cáncer a un precio exorbitante. Si bien la indignación del público fue correcta, se debe resaltar que esta clase de situaciones se presentan constantemente en Estados Unidos. Sin embargo, en teoría, esto no debería suceder.
En otras palabras, las compañías no deberían tener el poder de elevar los precios de las medicinas como deseen, ya que los medicamentos genéricos deberían generar competencia e impedir el monopolio. Pero lamentablemente, según el artículo de Harvard Business Review, titulado “How Pharma Companies Game the System to Keep Drugs Expensive”, esto no es así.
Según Erin Fox, autora del artículo, mientras trabajaba gestionando los presupuestos para medicinas del hospital de la Universidad de Utah, algo la sorprendió. El 2015, el dinero dirigido al costo de una medicina subió repentinamente de USD 300,000 anual, a USD 1.9 millones. Según Fox, esto se debe a que los genéricos no están funcionando para regular precios.
En teoría, existen compañías que poseen las patentes para una cierta cantidad de medicinas. Pero, cuando estas expiran, la legislación estadounidense alienta a los competidores a fabricar medicinas genéricas. De esta manera, el precio de los medicamentos es dictado por la competencia y no por los deseos de los empresarios. Sin embargo, Fox afirma que existen métodos para evitar que el sistema funcione como debería. Estos son utilizados como estrategias por las compañías para continuar teniendo el monopolio:
- Pagar para demorar: una de las estrategias más sencillas consiste en simplemente pagarle una cantidad de dinero a las compañías de genéricos para que no saquen sus propias versiones de las medicinas al mercado. De esta forma, el poder de las empresas se mantiene.
- “Peticiones de los ciudadanos”: según la ley estadounidense, si los ciudadanos piden que se demore la aceptación de los pedidos de compañías de genéricos para fabricar una medicina, la FDA está obligada a priorizar su pedido. Lamentablemente, Fox afirma que quienes llenan estos pedidos son corporaciones y no individuos.
- Genéricos autorizados: estos son vendidos como productos genéricos, pero en realidad son la misma versión de una medicina vendida por la misma empresa, pero con un nombre diferente. De esta forma, se crea la ilusión de la competencia, pero esta sigue controlando la medicina.
Esto significa que el único camino que tienen los ciudadanos es llevar a las empresas a la Corte para lograr cambios y que los enfermos sean la prioridad del sistema que regula la producción de medicinas genéricas.
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