HISTORIAS
Inclusión financiera: cuando tu banco acepta un molde de parmesano como garantía
Una entidad financiera llamada Crédito Emiliano, ubicada en la conocida región de Emilia Romagna al norte de Italia, acepta como garantía mobiliaria de créditos a pequeñas empresas los quesos Parmigiano Reggiano desde 1953. Hoy esta experiencia se ha convertido en un caso de estudio de la del Harvard Business School, titulado "Credem: Banking on Cheese" que no solo debería ser adquirido para estudio por algunas escuelas de negocios del país, sino también por las entidades financieras que muchas veces no saben valorar en su real medida los bienes muebles que tienen las pequeñas empresas para aceptarlos como garantía de sus créditos.
En este caso en particular, lo más importante y a la vez anecdótico, es la forma en que esta entidad financiera ha logrado adaptarse a una cadena de suministro como la de los quesos. Incluso, tuvo que montar dos almacenes climatizados de propiedad del banco para colocar los quesos mientras maduran hasta por un plazo de 36 meses, tiempo en el que adquieren un mayor valor, como si ganaran intereses.
La mayor cantidad de los productores con los que trabajan son unidades familiares, la mayoría sujetas a riesgos de mercado, como la variación de los precios como resultado de la reducción de la demanda por la crisis económica. Y es que no se trata de cualquier queso sino del Parmigiano-Reggiano que es el más caro de los parmesanos, por lo que en un contexto de desaceleración de la economía mundial, es un alimento considerado de lujo del cual puede prescindirse. Además, es caro de producir porque requiere de un proceso de maduración durante el cual pueden surgir burbujas, grietas o deformidades por lo que los almacenes del banco cuentan con especialistas que los custodian y mueven varias veces por semana para evitar que esos defectos aparezcan.
Este tipo de transacciones ha creado relaciones de trabajo muy sólidas entre estos empresarios y el Banco, más allá del negocio en sí mismo que representa para este último recibir como garantía los quesos que no supera el 1% de todos los ingresos del Banco. Los préstamos pueden llegar a ser hasta a 24 meses y se entrega a cambio entre el 70% y 80% del valor del queso, en base a los precios actuales de mercado.
Cada queso pesa unos 36 kilos y tiene un valor aproximado de 300 Euros dado que pueden llegar a contener hasta 550 litros de leche. Cuando el productor no paga su crédito a tiempo, el Banco puede vender el queso para recuperar su inversión y devuelve al productor la diferencia que le quede de la transacción, lo cual reduce el nivel de riesgo.
Este es un ejemplo interesante de garantía mobiliaria que podría implementarse en el Perú si se terminara de producir el nuevo marco legal que rige las garantías mobiliarias, lo que permitiría que los pequeños y medianos empresarios utilicen sus bienes para acceder al sistema financiero con menores intereses.
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