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La verdad de las emisiones de carbono

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Alemania cobrará a partir de 2021, 10 EUROS por tonelada de emisiones de carbono.
01 de octubre de 2019
Red star
Por qué es importante
China, uno de los países que genera mayor cantidad de emisiones, se tiene previsto tener un método de cálculo hacia 2020.

Un reciente artículo de Financial Times, titulado What is the true cost of carbón emissions, da cuenta de la necesidad de poner un precio razonable a las emisiones de carbono.
Por lo pronto, el gobierno alemán ha señalado que a partir de 2021 cobraría 10 Euros por tonelada de emisiones de carbono, cifra que llegaría a 35 EUROS en 2025. Y la respuesta inmediata ha sido muy crítica sobre dicho cálculo.

El problema es que si se utilizan datos de la Unión Europea y de los EEUU para 2014, el costo promedio de una tonelada de carbono llegaría a USD 23.65, casi más del doble de lo que plantea Alemania.

Todo indica que los cuestionamientos tienen que ver con la base de cálculo que permita evaluar cuál es el precio justo y para eso, hay que analizar con mayor profundidad los esquemas de comercio de créditos de carbono, que los mercados hagan líquidos.

La clave es que los países tengan sistemas para fijar el precio del daño causado por las emisiones. Y no deja de sorprender que países como China, no los tenga, aun cuando ha anunciado que hacia 2020 presentará su propio régimen de comercialización de emisiones.

En cualquier caso, fijar un precio por daño de emisiones a la salud, alimentos, y a la propiedad, no es sencillo ni acá ni en la China, porque según señala el reporte de FT, el costo económico final no es estático ni lineal. Tiene que ver con la tasa a la que las emisiones continuarán creciendo, el avance del uso de energías renovables, entre otros.

El Banco Mundial ha creado una Comisión de Alto Nivel sobre precios del carbono que está dirigida por el premio Nobel Joseph Stiglitz y Lord Nicholas Stern, que ha usado como criterio de cálculo, el precio para mantener las temperaturas dentro del Acuerdo de París, esto es, por debajo del dos por ciento.

Claramente aún hay mucho que analizar, variables que cruzar y cálculos que aproximar para poder poner un precio a la contaminación.