La leche y el envejecimiento

Un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Brigham Young en los EE.UU., liderada por el Pd.D. Larry Tucker, señala que el consumo de leche alta en grasa (2% y entera) está asociado a mayor envejecimiento biológico, según dio a conocer un reciente artículo de Science News, titulado “Drinking 1% rather than 2% milk accounts for 4.5 years of less aging in adults”.

Por el contrario, el estudio señala que beber leche al 1% o sin grasa se asocia significativamente con un menor envejecimiento biológico en adultos.

Según señala Tucker, los resultados son sorprendentes por las diferencias que acarrean solo el hecho de consumir leche con menor porcentaje de grasa. La base de análisis fue la relación entre la longitud de los telómeros y la frecuencia de consumo de leche (bebedores diarios versus bebedores semanales o menos) y el contenido de grasa de la leche consumida (entero vs. 2% vs. 1% vs. descremado). 

Como se sabe, los telómeros son los extremos de nucleótidos de los cromosomas humanos y actúan como un reloj biológico de la edad; Cada vez que una célula se replica, los humanos pierden un poquito de las tapas finales. En el caso de las personas mayores los telómeros se hacen más cortos. Lo que no se sabía es que a mayor consumo de leche alta en grasa, más cortos son los telómeros.

El estudio ha sido publicado en Oxidative Medicine and Cellular Longevity y revela que por cada aumento del 1% en la grasa de la leche consumida (beber 2% versus 1% de leche), los telómeros eran 69 pares de bases más cortos en los adultos estudiados, lo que se tradujo en más de cuatro años en envejecimiento biológico adicional. 

Estos resultados confirman para Tucker que la leche seguirá siendo un alimento controvertido y es posible hallar argumentos para defenderla y otros iguales para sacarla de nuestra dieta, pero lo cierto es que este nuevo estudio aporta un nuevo argumento para tener mayor cuidado en el tipo de leche que se consume.

Además, el mismo estudio arrojó como resultado que las personas que no consumían leche tenían telómeros más cortos que aquellas que la consumían baja en grasas.
Así que no hay que dejar de beber leche sino busca aquella que tiene menor grasa.