PERSONAS
Formación profesional: de la práctica a la obra
En el Perú muchas veces se ven circular por las calles vehículos que uno se pregunta cómo es posible que aun funcionen. Por su antigüedad, su estado o la forma en que ha sido ensamblado, se trata de casos que ya no deberían estar en pie.
La clave detrás de varios de esos ejemplos es un buen mecánico. Alguien que conoce muy bien la máquina y que sabe los problemas que presenta y cómo solucionarlos.
Probablemente, de este tipo de casos ha salido una nueva idea para aproximar las aulas al mercado laboral en la formación de mecánicos automotrices.
Precisamente, una reciente nota del Diario El Mundo de España denominada “Vehículos de verdad para formar con práctica a los mecánicos del futuro”, da cuenta de un proyecto de formación profesional que resultó ganador de un concurso promovido por el Ministerio de Educación que consistió en presentar un auto equipado para servir de centro de enseñanza en un contexto real.
Actualmente, el centro de formación en Soria cuenta con varios vehículos que se han convertido en aulas de aprendizaje para preparar técnicos en automotores. Si bien, no se trata de vehículos usados, sino más bien unos en perfecto estado, pero con fallas provocadas que los alumnos deben buscar detectar y los procedimientos usados para ello. Además, vienen implementados con un sistema que permite a los profesores provocar fallas y poner retos a los alumnos.
El centro de formación es multimarca, es decir, no forma mecánicos para marcas exclusivas, pero sí cuentan con estadísticas sobre las fallas más comunes de las marcas y estas son simuladas en los autos de enseñanza para crear capacidades de detección de las mismas.
Los profesores del centro de enseñanza se muestran orgullosos de poder ofrecer esta formación que permite enseñar haciendo, sacar lecciones aprendidas y ofrecer conocimiento documentado a las marcas interesadas.
En el Perú, los mejores mecánicos aprenden reparando lo que parece irreparable. Eso explica que haya autos de más de 25 años que aún operan o versiones de clásicos como los Volkswagen cuyos motores podrían ser centros de enseñanza privilegiados para estudiantes de estas carreras técnicas.
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