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Los límites a la IA
¿La dejamos entrar en nuestras vidas sin límites o nos aseguramos que los tenga desde un inicio para evitar los sesgos en su aplicación?
Se estima que la inteligencia artificial contribuirá con unos 14 mil millones de Euros al PBI mundial en 2030. La clave de su éxito es que hay algoritmos que permiten anticipar preferencias de consumidores, traducir análisis médicos, identificar a contribuyentes que le hacen trampa al Fisco, entre otros.
Estas utilidades están promoviendo que cada vez se le use más en múltiples campos, según refiere Carlos Bueno, en su reciente artículo en El Economista de España, titulado la Inteligencia Artificial velará por la ética de los algoritmos.
Cada vez más, las decisiones en el mundo son apoyadas por máquinas que permiten contar con información adicional que ayuda a valorar los pro y contras de determinadas decisiones: asignación de créditos, permisos penitenciarios, compra y venta de acciones, desempeño de futbolistas, entre otros.
Las ventajas que ofrece la información que provee se enfrenta a voces que advierten los riesgos de que los algoritmos se impongan a las decisiones que puede tomar un juez, un comité de gracias u otra persona respecto de decisiones que afectan las vidas de las personas.
Por ello, los países están elaborando estrategias nacionales de inteligencia artificial con el fin de imponer progresividad y establecer límites al uso de la IA en la mejora de la competitividad y el desarrollo social.
La mayor barrera para esto último es la resistencia de quienes utilizan los algoritmos para mostrar cómo funcionan para sus propósitos: identificar infractores, webs, establecer conductas de usuarios, enviar publicidad, entre otros.
El gran desafío en el desarrollo de la IA es la protección de datos y la mayor transparencia en el uso de los mismos. No se trata de pretender pedirle a las empresas/entidades que revelen todos sus algoritmos, pero sí la lógica de los mismos para asegurar que no hay sesgos en su aplicación.
Por ello, ya hay entidades como la Fundación Seres que ha elaborado un decálogo para fomentar el uso ético de la IA.
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