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La Inteligencia Artificial de cara al empleo
Todos de alguna manera conocemos a alguien que está sin trabajo. Familiares, amigos, o incluso cualquier desconocido vestido de saco y corbata que camina por la calle como nosotros, salen a buscarse la vida, tratando de impresionar a un posible empleador con sus capacidades y/o habilidades con tal de obtener un puesto de trabajo.
De acuerdo a una publicación del Business Insider, basado en un informe del Foro Económico Mundial, dos tercios de los estadounidenses creen que en 50 años los robots y ordenadores harán gran parte del trabajo de los seres humanos. A su vez, se señala que 5 millones de puestos de trabajo se perderán debido a la automatización en el 2020 y el número seguirá creciendo. ¿Cómo afrontar esta situación?
Para Devin Fidler, director del Instituto para el Futuro hay ciertos cambios que se darán en la naturaleza del trabajo durante la próxima década y es necesario adaptarnos a ella. Una publicación de la página web Fastcompany, en que se basa esta nota, señala que el Bureau of Labor Statistics (BLS) y otras entidades, indican que áreas como la tecnología y pensamiento computacional (creación de software, analistas de sistemas, entre otros); el cuidado de la salud (sensibilidad y manejo humano en el cuidado de los pacientes); la inteligencia social y emocional (relacionarse con otras culturas); el aprendizaje permanente; y, la adaptabilidad con visión para los negocios son espacios en que la automatización tardará aún en superarnos, y que pueden aprovecharse en tanto eso ocurra.
Ir de la mano con la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la calidad de vida como sociedad es positivo, pero debe hacerse con cuidado. Como vimos recientemente en un artículo de Clive Cookson en el Financial Times sobre el evento de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Washington, científicos como Moshe Vardi de la Universidad de Rice en Texas y Bart Selman de la Universidad de Cornell, ya han venido advirtiendo sobre el impacto que las máquinas inteligentes podrían tener en la economía mundial en desmedro de los humanos.
Sea como fuere, todo aquello que involucre a la IA en nuestras vidas debe tomarse como un apoyo para mejorarla y no como una excusa para reemplazar puestos de trabajo. El ser humano es único, maravilloso e irrepetible, capaz de mostrar sensaciones emociones y sentimientos de una forma que solo la Madre Naturaleza entiende. Ninguna IA, por avanzada que sea, podría igualar la naturalidad de una sonrisa, la tristeza por la pedida de un ser querido, el cuidado esmerado por un paciente, en suma, la dinámica natural de lo que supone ser parte de la raza humana.
Y en el supuesto negado que eso pasara, estaríamos a merced de “La Rebelión de las Máquinas” como diría Arnold Schwartzneger.
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