Un reciente artículo del Financial Times, titulado Why digital demands Deep thinkers, da cuenta del incremento de la demanda de abogados jóvenes y con distintos perfiles. Detrás de esta mayor demanda está la necesidad de las firmas de abogados de contar con profesionales multidisciplinarios que sean capaces de entender problemas de cambio climático, acuerdos transfronterizos, derechos laborales, entre otros.
Lo desafiante es que estas mayores demandas están llegando acompañadas de presiones para reducir costos lo que tiene un impacto en las horas facturables.
Los clientes quieren que los abogados tengan un conocimiento básico de su sector empresarial para poder orientarlos mejor y eso ya implica un mayor nivel de especialización de los abogados.
La pandemia ha acelerado el impulso de esta nueva forma de trabajar en los estudios de abogados obligando a crear modelos de asesoría virtual en tiempo real.
Para el FT, además de la necesidad de la alfabetización digital de los jóvenes abogados, hay una segunda alfabetización que tiene que ver con los desafíos de la región Asia-Pacifico.
Las firmas no pueden llenarse de expertos en cambio climático, gobernanza o temas sociales, pero sí pueden buscar talento que sepa entender los aspectos que vinculan a estos con la problemática de las empresas.
Este tipo de perfiles de los abogados del futuro no egresan de las facultades tradicionales. Hay competencias blandas como la empatía, la curiosidad y el espíritu emprendedor que hay que descubrir entre los postulantes.
Por ello, las firmas de abogados están usando incentivos creativos para promover estas alfabetizaciones: la digital y la de competencias blandas. Están ofreciendo la posibilidad de registrar multiplicadores internos de las horas que asignan a cada cliente con el fin que pongan en práctica los nuevos conocimientos.
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