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Las farmacéuticas de la muerte

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Un acuerdo 26 mil millones acabaría con pleitos y demandas con varios estados en EEUU.
01 de agosto de 2021
Red star
Por qué es importante
El dinero no puede devolver vidas, pero sí ayudar a dar tratamiento a las personas que resultaron afectadas.

Desde 1999 a 2019, 500 mil personas murieron como consecuencia de una prescripción médica que los condujo a volverse adictos de los opioides. Durante el 2019, 136 personas morían cada día lo que significó más del 70% de muertes por sobredosis de drogas. La pandemia agudizó la crisis y en 2020 hubo más de 93 mil personas muertas.

Cuando los médicos prescribían los opioides, analgésicos que producen sueño a personas que padecían algún dolor, provocaban calmarlos, pero con el tiempo estas personas se hacían dependientes de estos medicamentos al punto de llevarlos a la muerte.

Luego de dos años de negociaciones, Johnson & Johnson y tres de las más grandes distribuidoras de farmacéuticos de EE.UU (Cardinal Health, Amerisource Bergen y McKesson) llegaron a un acuerdo de 26 mil millones de dólares con varios Estados para terminar con los pleitos y se les retire las demandas interpuestas, así como se comprometieron a no entablar ninguna acción legal en el futuro. (El País, 2021)

Una vez que este acuerdo sea aprobado por los gobiernos estatales y locales, las empresas desembolsaran los fondos para financiar, principalmente, los servicios de prevención y tratamiento de la adicción.

Estas empresas han sido acusadas no solo introducir estos fármacos sino de alimentar los problemas de adicción al hacer caso omiso de las enormes cantidades de opiáceos prescritos a las comunidades. Por su parte, Johnson & Johnson fue acusada de minimizar la capacidad adictiva de estos fármacos, siendo el fentianilo uno de los que causó más daño, incluso es 50 veces más potente que la heroína.

Estas no son las únicas empresas en ser demandadas, el resto del sector farmacéutico sigue litigando con las autoridades y ciudadanos, tal es el caso de empresas como Teva o Allegran y cadenas de distribución como CVS o Wallgreens, que esperan llegar a algún acuerdo y así evitar juicios.

En el caso de Purdue Pharma, una de las empresas más señaladas de tener mayor responsabilidad en la crisis de los opiáceos por fabricar el OxyContin, el opioide más distribuido, se declaró culpable el año pasado llegando a un acuerdo de pagar 8,300 millones de dólares, sin embargo, este pago es improbable luego de que se declarara en bancarrota. 

El problema de los opiáceos ha generado graves problemas en innumerables comunidades en la nación al volver adictas a las personas y provocando la muerte de cientos de miles de personas.