Gusanos come plásticos

Un proyecto financiado por la Unión Europea, denominado Recover, coordina la investigación de científicos almerienses (españoles) en sociedad con diecisiete socios de siete países para encontrar posibles soluciones al problema de la contaminación del suelo mediante la transformación de los plásticos en biofertilizantes u otros que sean biodegradables, según señala un artículo del diario El País de España denominado “Microbios, insectos y gusanos que comen plásticos”.
Los desechos de plásticos se han convertido en una amenaza para los océanos, pero también para la tierra, donde su presencia es incluso superior a la de los mares, según la FAO que muestra preocupación por la cantidad de residuos plásticos en los suelos que genera la producción agraria y ganadera que alcanza los 60 millones de toneladas al año.
El proyecto Recover, dirigido por María José López, microbióloga de la Universidad de Almería en España, tiene como objetivo degradar residuos a partir de cocteles de insectos, gusanos y microbios que pueden convertirlos en bioproductos o eliminarlos del suelo.
Esto significa que la investigación se centra en encontrar la combinación de distintos microorganismos, insectos y lombrices como herramientas biotecnológicas que permitan con sus sistemas digestivos y enzimas microbianas con funciones de degradación, transformar buena parte de los plásticos en componentes de los cuales se pueda extraer quitina que es un ingrediente de plásticos biodegradables. Otro proceso que está en evaluación es el uso de los excrementos de los insectos y lombrices para generar biofertilizantes que se puedan usar para eliminar los contaminantes presentes en el abono agrícola.
La microbióloga a cargo del estudio señala que ya existen estudios relacionados con el uso de insectos para generar biofertilizantes a partir del plástico, por lo que la investigación está orientada a validar estas propiedades en condiciones reales: probar organismos seleccionados en condiciones parecidas a la realidad en un suelo contaminado con plástico.
Luego se tendría que realizar estudios complementarios a nivel económico y logístico para determinar cómo se transportarían los plásticos no reciclables hacia las unidades de tratamiento para realizar los compostajes controlados.
Los primeros resultados son positivos porque se observa una reducción del 20% del peso de los plásticos en tres o cuatro meses, mientras en la naturaleza estos residuos pueden perdurar siglos. No obstante, es sabido que el mayor desafío es reducir la generación de los residuos.