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Los viajes de negocios

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El 2022 solo se alcanzará el 55% del nivel pre pandemia y en 2023% se podría superar el 68%.
01 de mayo de 2022
Red star
Por qué es importante
El nuevo consenso es repensar y priorizar los casos que requieren el traslado de los empleados.

Uno de los segmentos importantes del mercado del turismo tiene que ver con los viajes de negocios. Si bien ya han mejorado las reservas y los vuelos tienden a tener mayor demanda, lo cierto es que de acuerdo a un reciente reporte de la consultora Deloitte, titulado “Reshaping the Landscape, Corporate Travel in 2022 and Beyond”, todo indica que aún podría tomar dos años su total recuperación, según advierte un artículo publicado en Ibtimes sobre el tema.
Parece que el nuevo consenso es repensar y priorizar los casos que requieren el traslado de los empleados, por lo que hacia fines de este año solo se estima que se alcanzará el 55% del nivel pre pandemia y que en 2023% se podría superar el 68%.
Uno de los factores que habría hecho retrasar la reactivación es el surgimiento de nuevas variantes como la Omicron y las recientes notificaciones de mutaciones de esta última. Muchos viajes fueron reprogramados, pero un porcentaje fue cancelado definitivamente.
Si bien todo apunta a que las cosas mejorarán para los viajes de trabajo, lo cierto es que el surgimiento de una nueva ola puede acabar con todos los planes. Además, el aumento del trabajo remoto gracias a las plataformas tecnológicas está siendo tomado en consideración por las empresas a la hora de establecer sus calendarios de viajes corporativos.
Otro aspecto que destaca el estudio de Deloitte es que la recuperación no será homogénea en todos los destinos: primero se recuperará Europa y Asia, seguidos de América Latina y se observa poco interés en revitalizar África, Oriente Medio o Australia en Oceanía.
Finalmente, otro factor que será relevante en la recuperación es el aumento de los precios de los tickets de avión, lo cual ha obligado a las empresas a controlar los costos destinados a dicho propósito limitando la frecuencia de viajes, a lo cual se suma los compromisos empresariales para reducir las emisiones de carbono.