Lola es una Golden Retriever que vive con una familia en un departamento en la ciudad. Antes de la pandemia sus humanos la sacaban al parque antes de ir al trabajo y la dejaban sola hasta la hora que regresaban. Una vez decretado el confinamiento, sus humanos empezaron a trabajar en casa y Lola se echaba a sus pies para acompañarlos y alegrarlos en sus pausas.
Ahora que preparan sus viajes los fines de semana largos o empiezan a pensar en las próximas vacaciones, se preocupan de lo que pasará con Lola y de lo sola que se sentirá durante esos días por lo que evalúan la posibilidad de incluirla en sus planes.
La pandemia ha cambiado la relación de las familias con las mascotas y el sector hotelero no puede ser ajeno a esta circunstancia, cree la cadena hotelera Hilton, la agencia de viajes eDreams y MINTEL, la empresa de estudios de mercado, según señala una reciente nota de Hosteltur.
Esto explica que se esté desarrollando un nicho de mercado con una oferta especializada en infraestructura y espacios para que las experiencias de descanso de los hoteles incluyan a visitantes y sus animales de compañía.
En algunos países como España, los ayuntamientos están haciendo inventario de los negocios que tienen interés en ofrecer alternativas vinculadas a los servicios “Pet Friendly” e incluso están considerando crear un sello para aquellos establecimientos que ofrecen zonas exclusivas, parques adaptados, rutas de acceso, playas caninas y habitaciones que contemplen espacios de reposo para los mejores amigos.
Todo indica que esto sería una tendencia al alza y que hay que empezar experiencias de ocio que contemplen e incluyan a los humanos y sus mascotas. En el Perú, los restaurantes han empezado a abrir sobre todo sus terrazas a los mejores amigos del hombre, pero aun falta desarrollar este tipo de productos a nivel de las cadenas hoteleras.
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