PERSONAS
Las crisis y el acopio
Primero fue la pandemia y, ahora, los efectos de la guerra de Ucrania, son dos aspectos que han desencadenado una tendencia al acopio de abarrotes bajo la consigna del “por si acaso”.
Por si acaso, papel higiénico, arroz, azúcar, agua embotellada, harina y otros alimentos perecibles y no perecibles.
Las familias se muestran cautas ante la incertidumbre de los efectos del aumento de los combustibles, de las crisis políticas que afronta el país, entre otros.
De acuerdo a los estudios realizados en otros países, esta tendencia hacia las compras compulsivas es una reacción natural frente a la incertidumbre, según señala Neus Soler, profesora de la Univiersitat Oberta de Catalunya.
Según explica, se trata de la parte emocional derivada de una situación extrema y complicada que hace que los consumidores se vuelvan más sensibles a todo lo relacionado con el entorno y busque a través del acopio “por si acaso”, una sensación de seguridad. No obstante, en el otro extremo, lo racional motiva a incrementar el ahorro al máximo posible para también sentir que se tienen las cosas bajo control.
En España, por ejemplo, el promedio de consumo al año es de 4 litros de aceite girasol, y, desde que empezó la guerra, se está consumiendo 5 litros por familia al mes, lo cual se describe como el efecto acopio, según señala INFOSALUS en un reciente artículo.
En el caso del Perú, el incremento de los precios de los productos por el aumento de los combustibles y las paralizaciones por los bloqueos de las carreteras han motivado que las familiar tiendan a comprar una mayor cantidad de los productos para ahorrar algunos centavos o para asegurar su aprovisionamiento, ante una eventual escasez.
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