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A más posición de dominio, más supervisión
Si hay una moraleja que sacar de la reciente sanción histórica que la Comisión Europea ha impuesto a Alphabet, la matriz de Google, es que a mayor posición de dominio, los reguladores deben estar más vigilantes, porque la competencia se ve debilitada.
Google fue acusada de abusar de su posición de dominio en las búsquedas en Internet, si se tiene en cuenta que tiene una cuota de mercado mayor al 90% en la Unión Europea, al haber intervenido con sus algoritmos para promocionar artificialmente su propio servicio de comparación de productos (Google Shopping).
Para la Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, Google ha afectado la posibilidad de otras empresas de competir, innovar y a los consumidores les ha negado la posibilidad de elegir sus servicios, porque automáticamente otros servicios de comparador de compra eran relegados a las últimas páginas, por lo que no tenían acceso al tráfico que se concentra entre los diez primeros lugares.
Como consecuencia de ello, la Comisión ha querido sentar un precedente y ha sancionado a Alphabet con una multa de 2.424 millones de euros por abuso de posición dominante en el servicio de comparación de productos. Además, la ha conminado a que en 90 días, ponga fin a la práctica que ha estado realizando, de lo contrario se arriesga a una multa de hasta 5% de los ingresos diarios a nivel mundial.
Esta decisión que ha demorado 5 años desde que se empezó la investigación, incluyó una etapa en la que se le dio la oportunidad a la empresa de emitir sus descargos, luego de lo cual se emitió el pronunciamiento.
Los argumentos de Google se centraron en que se estaba haciendo un análisis aislado de los servicios de comparación, en lugar de incluir en la evaluación al resto de plataformas.
Lo que fue relevante y clave en este caso es el impacto de la visibilidad en las búsquedas en Google y para entenderlo, los reguladores tuvieron acceso a una gran cantidad de información (5.2 Terabytes) que les permitieron hacer experimentos y análisis del impacto de la visibilidad en el buscador para ayudar a concretar las ventas. Eso explica que la empresa en 2008 decidiera dar preminencia a su propio servicio de ventas, de tal manera que sus productos eran visibles entre los diez primeros lugares.
Falta ver, si este mismo rigor se aplica a los siguientes casos contra Google que la Comisión tiene entre manos.
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