HISTORIAS
La guerra del vino por la globalización
Todos sabemos que la globalización es un proceso irreversible y cada vez es más cierto que los empresarios de los países tienen que aprender a competir no solo con sus pares locales, sino también con los globales. Sin embargo, aún muchos empresarios, sobre todo los más pequeños, cuando se quedan sin argumentos para luchar por sus mercados, pierden los papeles por la impotencia que sienten frente a la competencia.
Eso es lo que parece haber ocurrido con unos vinicultores franceses que cansados de la forma en que están perdiendo su mercado local como consecuencia de la importación de vinos españoles, no se les ocurrió una mejor manera de enfrentar esta situación que bloqueando y derramando el vino de cinco camiones cisterna españoles que iban rumbo a Francia, según da cuenta Euronews.
Aunque parezca insólita la reacción de los vinicultores, eso es lo que ocurrió. Cinco camiones cisterna fueron derramados formando casi un río de vino español porque estos no querían permitir que ingresara a su país.
De acuerdo al reclamo de los responsables de este hecho que sin duda es delictivo, en 2015, Francia importó 7,2 millones de hectolitros de vino y a ese ritmo, los viñedos y las bodegas francesas van camino a la desaparición.
La controversia que se ha generado va más allá de un conflicto entre dos países por un hecho que podría considerarse delictivo, sino que ocurre en un bloque donde en principio no existen restricciones comerciales entre países, y cuyo mercado está regulado por las reglas de la Unión Europea que favorece el libre tránsito de mercancías. Por ello, además de las acciones diplomáticas que está tomando España, la Comisión Europea ha decidido abrir un expediente por este conflicto que se ha generado por el vino, que es el tercero que ocurre en los últimos meses.
Además, el gobierno español se ha quejado que los hechos ocurrieron frente a la gendarmería francesa que no hizo nada para cautelar la propiedad de los camiones cisterna.
¿Qué hay detrás del reclamo?
Un problema de competitividad. Hoy en día, los vinos españoles son mucho más baratos que los franceses y eso explica que el 80% de lo que importa Francia de esta bebida sea procedente de España. Para los vinicultores franceses, los precios a los que venden España sus vinos, aproximadamente la mitad de los precios de los vinos franceses, hacen pensar que hay un fraude detrás de los mismos. Para que se tenga una idea, un hectolitro de vino Español fluctúa entre 30 y 40 euros, mientras que en Francia se vende entre 60 y 80 euros.
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