PERSONAS
La digitalización y la globalización marcarán la pauta de los negocios
Zhang Xin, es dueña desde 1995, de una exitosa empresa de desarrollo de bienes raíces, Soho. A sus 50 años ha llegado a ser una magnate en el industria inmobiliaria, ocupa el puesto 62 entre las mujeres más poderosas del mundo, según Forbes, y para ella, la forma de alcanzar el éxito ha cambiado en China, según contó en una entrevista en Der Spiegel.
Su fortuna la hizo construyendo edificios como quien fabrica cajas; sin embargo, ahora se necesita diseño, pero también asumir un rol distinto que el de solo construir, en un contexto de caída de la construcción en China. Su empresa además de hacerlo, ahora gestiona los bienes inmuebles, conserva la propiedad y los alquila.
Xin se describe como un ejemplo de movilidad social, porque luego de trabajar en una línea de producción de la industria textil y electrónica, se fue a Inglaterra a los 19 años para convertirse en una secretaria internacional, pero luego estudió economía y trabajó como banquera de inversión en Londres.
Habla de la economía China pero también de temas sociales y políticos, y admira a Mark Zuckerberg como un modelo que deben seguir todos los ricos. Para ello, hay dos tendencias que no pueden perderse de vista ni para un país ni para una empresa: la globalización y la digitalización, lo que significa apertura en lo cultural, económico y político. China no puede darse el lujo de aislarse porque deja de crecer y los inversores están esperando señales de confianza en ese sentido, pero también hay que impulsar el consumo.
El desafío es hacerlo rápido, ir hacia ese cambio estructural al ritmo que se necesita y que las empresas acompañen ese proceso. Xin advierte que su empresa tuvo que traer diseño y digitalización del extranjero. Son mucho más flexibles que antes y entienden mejor las necesidades de las empresas que alquilan sus oficinas, como Uber y Meituan.com, que buscan en internet dónde hay oficinas y las alquilan. Entonces, lo que hacen es dar respuesta a esas necesidades.
Xin cree que la mentalidad china permitirá adaptarse a las turbulencias. Tienen flexibilidad y reconocen inmediatamente las oportunidades. Desde el Estado hay cosas que han mejorado como la reducción del tiempo para crear una empresa, pero aun hay varias reformas pendientes no solo en las empresas estatales, sino también en la digitalización.
Su visión es que esta alcanzará no solo el transporte y los servicios, sino también la educación, salud y la administración pública en general.
Cuando se le pregunta qué hará con su dinero, señala que donará parte de su fortuna para que otros jóvenes reciban una beca y tengan una oportunidad de estudiar en el extranjero que es lo que finalmente permite insertarse en el mundo.
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