PERSONAS
KUR= retiro especializado para padres agotados
En Alemania los padres tienen derecho a unas “vacaciones” de tres semanas cada cuatro años en un Spa para desestresarse y reducir su vulnerabilidad, según una nota de Sophie Hardach en BBC.
A esas “vacaciones” les han puesto el nombre de Kur y tienen que ser recetadas por un médico, financiadas por el Seguro e incluyen las comidas, las terapias (relajación muscular, meditación, marcha nórdica y yoga) y el cuidado de niños, lo cual ayuda a prevenir problemas de salud más graves.
Elly Heuss-Knapp, esposa de Theodor Heuss, quien fue presidente de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial creó el concepto para apoyar a las madres agotadas que habían sufrido los efectos de la guerra y que debían estar al cuidado de hijos y esposos.
Hoy en día, las circunstancias son distintas, pero los padres están igual de agotados por el rol que deben de cumplir y una autopercepción de ineficacia que deriva en depresión que puede terminar contagiándose hacia los hijos.
Según, Yvonne Bovermann, directora de Deutsches Müttergenesungswerk, una organización sin fines de lucro que administra unas 70 clínicas que ofrecen retiros en toda Alemania, en los últimos años ha aumentado la demanda por estos retiros debido a la mayor presión que generó el Covid-19 y lo peor es que ahora llegan más enfermos, es decir, no para prevención sino para tratamiento.
Los problemas más comunes son psicológicos como ansiedad, insomnio o síntomas depresivos, que ahora afectan a más del 90% de los padres que asisten a sus retiros, dice Bovermann, frente al 80% del año anterior. Además, la mayoría tiene problemas físicos en las rodillas o espalda.
En los países en vías de desarrollo la situación es distinta. Las políticas orientadas a la familia, como la licencia parental remunerada, los recesos para lactancia, el cuidado infantil de calidad, el apoyo en el cuidado de ancianos y las prestaciones infantiles no existen.
Los padres tienen que trabajar y al mismo tiempo atender las necesidades de sus hijos en función de sus distintas edades. Además, suelen ocuparse de sus padres ya sea que estén sanos, ancianos o enfermos y con alguna discapacidad física o mental.
Todo ello afecta la salud y el bienestar del padre o madre responsable y tiene un impacto en su productividad laboral, dado que la presión de dichas responsabilidades termina afectando el descanso y coloca a los padres en situación de vulnerabilidad.
Por ello, pensar en el Kur puede ser una utopía, pero el impulso de las políticas de cuidado podría ayudar a reducir el costo de la atención de salud mental a nivel público y contribuir en la mejora de la productividad a nivel de los distintos sectores económicos.
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